Sólo el 3 por ciento de los consumidores identifica bien el código impreso en el huevo
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Las conclusiones para Castilla y León de la encuesta “Huevómetro” sobre hábitos de consumo del huevo, elaborada por INPROVO (Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos), revelan que solo el 3 por ciento de los consumidores identifica correctamente el código impreso en este alimento.
La presentación de estos datos, que se enmarcan en la campaña informativa “El huevo, de etiqueta”, ha tenido lugar hoy en la Fundación Soriactiva (Casa del Agricultor), a cargo de Mar Fernández, directora de INPROVO, y Jorge Blanco, productor de huevos de la comunidad., y del propio director de Soriactiva, Anselmo García.
La campaña, que cuenta con el apoyo y la cofinanciación de la Unión Europea (UE) y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), tiene como principal objetivo “informar al consumidor sobre la trazabilidad del huevo, indicada en su marcado y etiquetado, así como sobre las características de la producción de huevos en la UE, un sector moderno y competitivo que, en los últimos años, ha realizado grandes esfuerzos para lograr que la sanidad y el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente comunitarios se conviertan en un referente mundial,”, según ha explicado hoy la directora de INPROVO.
El huevo es un alimento básico en la cesta de la compra. Según los últimos datos del MAGRAMA, el consumo per cápita de huevos en Castilla y León en 2013 fue de 163, un 18 por ciento por encima de la media española (138). Cantabria, con 219 huevos, es la comunidad más consumidora, frente a Canarias, con 109, la que menos.
De los más de 6.000 millones de huevos consumidos en los hogares españoles ese año, el 6,5% corresponde a esta comunidad.
En Castilla y León, solo un 1,5 por ciento identifica correctamente el significado del código impreso en la cáscara, medio punto por debajo de la media española (2 por ciento). De hecho, un 73 por cieneto de los consumidores lo relaciona con la fecha de consumo preferente. En realidad, el primer número del código indica el sistema de producción al que pertenece y el resto de dígitos sirven para identificar la provincia, el municipio y la granja de origen.
La etiqueta, por su parte, indica la fecha de consumo preferente, el peso de los huevos, la forma de cría de las gallinas y consejos sobre conservación en frío. En este sentido, Castilla y León es la comunidad que más se fija en el peso (99 por ciento).
En la UE existen cuatro sistemas de producción de huevos: en jaula, en suelo, campero y ecológico. Jorge Blanco, productor de huevos de la Comunidad, ha asegurado que “el 75 por ciento de las granjas autorizadas en Castilla y León se dedica a la cría de gallinas en jaula, que alojan el 20% del censo de este sistema a nivel nacional. En España, los huevos en jaula suponen más del 90% de la producción total".
Por otra parte, un 73% de los consumidores de Castilla y León desconoce la existencia de normas que garantizan que la producción de huevos de gallina es sostenible.
PRODUCCIÓN
Según los últimos datos del MAGRAMA (mayo 2015), la producción nacional de huevos representa el 5 por ciento de la producción final ganadera y cerca del 2 por ciento de la producción final agraria, y su facturación es de 783 millones de euros. España es uno de los principales productores de huevos de la Unión Europea, con un censo de gallinas de más de 44 millones, lo que representa un 13 por ciento de la producción comunitaria. En Castilla y León están ubicadas el 11 por ciento de las granjas de gallinas ponedoras del país, que representan el 19 por ciento de la producción nacional. Es la segunda comunidad con mayor producción de huevos de España, por detrás de Castilla – La Mancha (26 por ciento). En Soriahay tres explotaciones, dos camperas y una en jaulas.