Colaboración para seguimiento de cernícalos vulgares
El grupo local Seo-Soria ha solicitado colaboración ciudadana para el marcaje y seguimiento de cernícalos vulgares en Soria capital.
En pleno confinamiento, en esos momentos duros de la pandemia, cada cual trataba de distraerse a su manera y de cada casa, surgían nuevas ideas para reinventarse y matar esos largos periodos de encierro.
Los aficionados a las aves buscaron una vía de escape, observando desde la ventana cualquier jardín, zona verde o pedacito de cielo que nos ofreciera el avistamiento de algún ave que nos sacara por unos instantes de la apatía y el tedio.
Es entonces cuando al grupo local Seo-Soria se le ocurrió la idea de llevar a cabo un experimento de colaboración ciudadana, tratando de realizar un censo coordinado desde las ventanas y obtener información de algunas de las parejas de cernícalo vulgar que criaban en plena urbe.
La cosa fue bien y se localizaron cinco parejas seguras, además de otra más que no fue posible su ubicación exacta, que rondaba la zona del polígono.
Todos los aficionados, que en esos días hacían sus listas de aves desde sus casas, centraron parte de sus esfuerzos en seguir a sus vecinos cernícalos y tratar de ver donde se hospedaban. O al menos, intentar determinar que calles y barrios frecuentan con más asiduidad. Y cuáles eran sus edificios favoritos y les gustan más para descansar o hacer sus quehaceres.
Estas pequeñas rapaces de la familia de los halcones, suelen cazar roedores y otros insectos en zonas de campo abierto, siendo muy beneficiosas para nuestros ecosistemas y nuestros entornos más próximos, actuando de plaguicidas naturales.
Para la caza suelen utilizar una técnica particular: el cernido, de ahí su nombre. Se ciernen sobre sus presas quedándose completamente inmóviles en el cielo, para después caer sobre ellas.
Los lugares para su nidificación son muy diversos.
En la naturaleza pueden ocupar cortados rocosos, nidos viejos de córvidos u otras rapaces en desuso en lo alto de árboles. También edificaciones abandonadas, ruinas, atalayas… e incluso pueden criar en la propia urbe, ya que son muy cosmopolitas.
Los cernícalos, al igual que todos sus parientes, no construyen nidos, por lo que nunca se les puede observar transportando material, como ramas u otros materiales en la construcción de los mismos.
Sin embargo, esta aparente desventaja en parte les facilita el trabajo, ya que pueden colocar sus huevos en casi cualquier repisa, macetero u oquedad que les venga bien y tenga buenas vistas.
Reviviendo esos momentos del confinamiento, el grupo ornitológico de nuevo ha solicitado colaboración a la ciudadanía que tengan como vecino uno de estos inquilinos, para poder realizar un seguimiento más exhaustivo, facilitando información de ubicaciones exactas, incluso acceso a alguna de las viviendas que permitan acceder a los nidos con idea de marcar algunos pollos con anillas para saber más sobre sus movimientos.
También para poder facilitar cajas nido alternativas en un futuro, para aquellas personas a las que no les guste demasiado tenerlos tan cerca de su jardinera.