Cinco plazas atractivas para conocer la provincia
La plaza mayor ha sido o es espacio alrededor del cual se vertebra la vida de los municipios y se levantan algunas de sus edificios más representativos. Le ofrecemos en las siguientes líneas cinco visitas a sendas plazas de sendos municipios, una buena excusa para conocer la provincia.
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El término "plaza mayor" se prevé explícitamente en una ordenanza de los Reyes Católicos de 1480 como el que debe llevar el lugar de una población con suficiente espacio abierto para celebrar el mercado y en el que debe instalarse la casa consistorial del Ayuntamiento.
Plaza Mayor de Morón de Almazán
La pequeña villa de Morón de Almazán tiene a gala disfrutar de una plazas mayores de más encanto no solo de Soria, si no de toda Castilla y León. La plaza está considerada como uno de los conjuntos arquitectónicos más hermosos del Renacimiento español, como han resaltado historiadorse del arte y arquitectos.
Al acceder a ella desde el sur el visitante se encuentra ante sus ojos con un conjunto monumental destacado. Al fondo y alineados en ascensión se puede ver el Edificio del Concejo de fines del medioevo, símbolo del poder civil; un poco más hacia arriba el palacio renacentista, símbolo del poder señorial; y en la cúspide, el poder supremo de la época, el de Dios, representado por la iglesia parroquial y la espléndida y esbelta Torre Plateresca.
También se puede observar un excelente rollo gótico, traladado allí durante la última remodelación de la plaza en el último tercio del siglo pasado.
Plaza Mayor de Almazán
Rodeado de extraordinarios edificios monumentales, la Plaza Mayor de Almazán se configura como un claro ejemplo de la "Plaza Española" de la ciudad histórica. Su ubicación en la cima de una torre de vigilancia y el borde de un meandro del río Duero, la convierte en un espacio público con un gran valor paisajístico. Su origen se retrotrae a un momento de desarrollo urbanístico entre los siglos XV y XVI. A ella se asoman los edificios más representativos de la villa: el palacio de los Hurtado de Mendoza, (Museo de MEMLING y Centro de Recepción de Visitantes), la iglesia de San Miguel, la Puerta de la Villa y el Ayuntamiento.
En la fachada principal del palacio, como adnamantino ilustre, preside la estatua en bronce del jesuita Diego Laynez, cofundador de la Compañía de Jesús, y obra del escultor Federico Coullaut Valera.
Plaza Mayor El Burgo
Una gran plaza con soportales se abre a medio camino de la calle Mayor de Burgo de Osma. Considerada como uno de los mejores ejemplos de plaza castellana, el centro del pueblo destaca por los edificios que lo presiden, como el imponente Hospital de San Agustín, con sus chapiteles de pizarra, y el hermoso Ayuntamiento, de construcción neomudéjar y del cual también destacan las dos torres con chapiteles junto con el reloj que ayuda a separar las horas del día para sus habitantes.
Como si de una línea invisible se tratase, los árboles continuan el espacio que correspondería a las casas si no existiese la plaza, con frondosas copas en verano y troncos desnudos en invierno.
La plaza del Coso de San Pedro Manrique
San Pedro Manrique forma un bello conjunto de arquitectura popular serrana. Conquistada y repoblada por navarros en el siglo XI, es hoy la cabecera de la comarca de Tierras Altas. Entres sus plazas y plazuelas, destaca la del Coso, con su disposición alargada irregular, donde se toma el pulso a la vida del municipio.
Plaza Mayor Medinaceli
Histórico lugar de la localidad, la Plaza Mayor recogió el testigo del foro romano, habilitando su amplio espacio para ser el centro administrativo, social y económico de Medinaceli.
Sus 5.000 metros cuadrados asombran hasta al vecino que lleva años en el pueblo ya que son un verdadero contraste con respecto a las calles del resto de la ciudad, conocidas por su estrechez y recovecos. La plaza, donde las casas y palacios no pasan de los dos pisos, destacando entre sus edificios monumentales la antigua Alhóndiga, obra del siglo XVII y el Palacio Ducal, del siglo XVI.