Fomento conoce la financiada Plaza Arbolada, en Ólvega
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, han visitado hoy en Ólvega el nuevo aspecto que presenta la Plaza Arbolada, que ha sufrido una transformación en los últimos años gracias a las obras de urbanización, mobiliario, zona infantil y dotación de zonas verdes, financiado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en tres fases, con una inversión total de 671.341 euros.
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Se ha cumplido así el deseo del Ayuntamiento de Ólvega de crear un espacio de grandes dimensiones que articulara la unión entre el casco antiguo, el centro social y el ensanche urbano, conformado hoy por la denominada Nueva Plaza Arbolada, el jardín de las antiguas escuelas y los viales circundantes de ambos.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha visitado hoy la localidad soriana de Ólvega, donde ha sido recibido por su alcaldesa, Elia Jiménez -acompañados por el presidente de la Diputación de Soria, Benito Serrano, y la delegada territorial de la Junta, Yolanda de Gregorio-, con el fin de conocer el resultado de las obras de urbanización y acondicionamiento de la Nueva Plaza del Arbolado, un proyecto que ha supuesto una inversión global de 671.3541,39 euros, financiado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
Las obras llevadas a cabo han posibilitado la creación de un espacio de grandes dimensiones que ha articulado la unión entre el casco antiguo, el centro social y el ensanche urbano, conformado por la denominada Nueva Plaza Arbolada, el jardín de las antiguas escuelas y los viales circundantes de ambos.
Tres fases
Con la dirección del arquitecto redactor Enrique Delso, se ha intervenido fundamentalmente en el diseño y urbanización de la nueva plaza, desarrollándose las obras en tres fases en los ejercicios 2015, 2017 y 2021, financiadas por la Junta.
Durante la primera fase se ha urbanizado una superficie de 915 m², correspondiente a las bandas perimetrales de dos de los lados de la plaza mediante la configuración de un paseo entre árboles con varios pavimentos de piedra natural (granito amarillo y gris y basalto) y con los árboles encajados por una reja alcorque. Todo el conjunto es plano sin desniveles ni escalones y se remata toda la actuación con nuevas farolas y mobiliario urbano.
En la segunda fase, el área destinada a Parque Infantil corresponde al espacio lateral situado entre dos casas existentes, ocupado en su mayor parte por un juego para niños sobre pavimento de caucho, y los árboles que limitan la Plaza.
En ella se han realizado las siguientes actuaciones: plataforma central como centro activo de juegos, en pavimento de caucho coloreado; un parterre verde con espacio reservado para colocación de una escultura, y rematado con tres gradas; la franja de pavimento con árboles existentes como charnela de unión con la plaza central; una acera peatonal por la trasera de la casa 1, y colocación de farolas formadas por tronco de acero de 4 metros de altura.
En la fase tercera se llevó a cabo la urbanización de la denominada Plaza Central, entre el Paseo arbolado y el Parque infantil, proyectada como una zona pavimentada exclusivamente. Esta Plaza Central se configura como verdadero motor del proyecto al estar concebida como un espacio libre de obstáculos que pueda acoger cualquier actividad representativa o de ocio de la localidad.
Suárez-Quiñones ha confirmado que su departamento está ya trabajando para mejorar la carretera, de casi 9 kilómetros, que comunica Ólvega con Matalebreras, con el ensanchamiento de la calzada, con una inversión de 5 millones.
"Mejora del entronque de Ólvega con la N-122, que esperemos sea cuanto antes autovía. Es un proyecto del Estado que sigue trabajándose de forma demasiado lenta para los intereses de Castilla y León", ha lamentado.
Además ha señalado que están trabajando para realizar una reforma integral de la depuración de aguas residuales Ágreda-Ólvega, con más de tres millones de inversión, tras la declaración por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro como "zona sensible" al embalse del Val, en el que vierten sus aguas.
