Macorina, inspirada en Tierras Altas, una suite sinfónica estrenada en Alicante
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En la mediterránea ciudad de Alicante, y en el Auditorio de la Diputación, el pasado domingo 23 de octubre, tuvo lugar el estreno de Macorina (la Virgen de la Sierra), suite sinfónica o, técnicamente, música incidental para voz, recitador y banda sinfónica, del compositor de Agost, Manuel Castelló Rizo. La obra está inspirada y escrita en Tierras Altas.
El concierto, con el título de Emociona't, conmemoraba los cuatrocientos años de la muerte de Miguel de Cervantes y constaba de dos partes.
La primera fue una suite sinfónica transcrita por Manuel Castelló: El Teniente Kijé, de Serge Prokofieff. Siguió Prism Rhapsody (rapsodia para dos marimbas y banda), de Kelko Abe, con los solistas Fussion Percussion Duo, Rubén Lajara y Héctor Castelló Sánchez.
Unos veinte años atrás, Isabel Goig Soler, jiennense afincada en Soria, escribió un relato titulado Macorina, publicado en el libro “El lado humano de la despoblación” y años después fue objeto del interés del compositor musical Manuel Castelló, muy vinculado a Soria, sobre cuyas tierras ha compuesto numerosas obras.
El autor la ha dividido en seis partes: I.- Macorina (descripción física); II.- Por el verde prado (la infancia); III.- Romance (relativo al río Duero y su función de frontera); A.- Quiero vivir aquí. Poema del soriano Bernabé Herrero; B.- La Cristiana cautiva; IV.- Otoño (el cierzo anuncia la llegada del invierno con toda su dureza); V.- Epístola Yangüesa (Los carreteros yangüeses hollaban los caminos de toda España trajinando con mercaderías, costumbres y canciones) y VI.- Muerte de Macorina
El estreno de la obra corrió a cargo de la Banda Sinfónica Municipal de Alicante, en un magnífico auditorio al que acudieron más de mil personas. Dirigió José Manuel Castelló Sánchez (sobrino del autor), licenciado en Filología Hispánica, profesor superior de percusión. En el Conservatorio de las Palmas de Gran Canaria finalizó los estudios de Fuga y superior de Composición. Capitán Músico con mención honorífica. Compositor. Desde 2014 director de la Unidad de Música de la Academia General del Aire.
Teresa Albero, premio Palau de la Música de Valencia, pianista y licenciada en musicología, interpretó la parte cantada. Y el doctor Ángel Luis Prieto de Paula, catedrático de Literatura de la Universidad de Alicante, ejerció de rapsoda.
“El solo de flautín semejante a una triste letanía es como un cántico espiritual que eleva el alma de Macorina hasta el azul y límpido cielo que siempre tuvo por techo” (según el propio autor), lo que hizo que los allí presentes sintieran como propia la historia de Macorina.
Estuvieron presentes tanto el autor de la sinfonía, Manuel Castelló, como la autora del relato, Isabel Goig.
La obra “con una gran carga ingenua, emotiva y dramática está dedicada a todas las gentes de la Alcarama (Sierra soriana) que un mal día abandonaron aquellos montes y el frío “zirzus” quedándose hasta sin historia, en pro de una quimera”, según Manuel Castelló.