Eje 16, la última opotunidad en materia ferroviaria
La elección de la Unión Europea de los trazados atlántico y mediterráneo
de los grandes corredores ferroviarios transeuropeos en la Península... Ha vuelto a dejar a corto plazo en la cuneta las ilusiones de las instituciones y agentes sociales de la provincia, que deberán reforzar ahora sus esfuerzos y contactos con otras administraciones para que las demandas sean atendidas y se cumpla la palabra del propio ministro de Fomento de anticipar los plazos de ejecución del corredor central -en el que tendría su oportunidad Soria- al año 2020, en lugar de una década después como se prevé inicialmente desde instancias europeas. De poco sirve que los representantes políticos de la provincia -estamos hablando del PP y del PSOE- se enzarcen en discusiones sobre la Administración -Gobierno o Junta- que ha hecho menos para defender el corredor central, ya que están condenados a entenderse si verdaderamente quieren darle una salida al desarrollo ferroviario de la provincia. Son ellos, y no otros, los que tienen que trabajar para convencer a sus compañeros de partido que Soria -la provincia más despoblada de España- necesita una alternativa para construir con un mínimo de esperanza su futuro. Son ya demasiados trenes -a veces sin ni siquiera ponerse en marcha- los que ha perdido la sociedad como para que sus representantes sigan sin aprender que en los asuntos fundamentales y prioritarios de la provincia -las infraestructuras lo siguen siendo en Soria- hay que aparcar los partidismos y pensar con más generosidad y horizonte, porque es la única manera de que nos hagan algo de caso.