El estudio “Renovables sostenibles: fotovoltaica” de la Alianza, Energía y Territorio (ALIENTE) constata que en España existen superficies antropizadas suficientes para instalar 181 GW, que producirían más de 272.037 GWh/año en energía fotovoltaica, unas cifras que son superiores al consumo anual que se produjo en España en el año 2021, de 259.905 GWh.

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De esta forma, concluyen que es posible desarrollar un importante avance en la producción de energía fotovoltaica con un mínimo impacto ambiental, asegurando una transición verdaderamente sostenible y eficiente, y respetando los procedimientos de evaluación de los efectos que esta industria tiene sobre el medio ambiente.

El informe revela que existen más de 300 mil hectáreas en tipos de superficie como tejados y cubiertas, zonas industriales, vertederos, escombreras, minas abandonadas, zonas aledañas a infraestructuras de autovías, autopistas y vías férreas, canales al aire libre e invernaderos ya consolidados como los de Almería, en los que sería posible instalar fotovoltaica.

En los datos se excluye toda la superficie declarada Zona Importante para los mamíferos ZIM, Áreas importantes para la conservación de las aves IBA, reservas de la biosfera MAB, y todas las áreas de la red Natura, ZEPAS y LICS, para preservar ecosistemas productivos o de gran valor para la biodiversidad.

Según se detalla en el informe, cuyos resultados están cartografiados en soporte digital y permite obtener la información desglosada a escala provincial, comarcal o municipal, en tejados y cubiertas de edificios y naves habría un 57% de superficie disponible para instalar fotovoltaicas, en invernaderos un 17 por ciento, en infraestructuras mineras un 16 por ciento, en la red viaria un 5 por ciento, un 3 por ciento en canales, el 1 por ciento en vertederos y escombreras y en ferrocarril, y el resto hasta completar la producción de la energía necesaria estaría ubicado en zonas industriales.

Las comunidades autónomas con mayor superficie susceptible de instalar fotovoltaicas en zonas antropizadas son Andalucía (26%), Cataluña y Castilla y León (11%), Comunidad Valenciana (9%), Castilla-La Mancha y Madrid (7%), Murcia (6%), Aragón (5%), Galicia (4%), Extremadura, País Vasco y Canarias (3%), Navarra (2%), Asturias, Baleares, Cantabria y La Rioja (1%).

Las comunidades con mayor superficie artificial e industrial para instalar tejados solares (incluyendo edificios residenciales, naves industriales, colegios, polideportivos, edificios públicos o centros comerciales –donde es más fácil y barato intervenir– ) son Andalucía (15%), Cataluña (14%), Castilla y León (12%), Comunidad Valenciana (11%), Madrid (10%), Castilla-La Mancha (8%) y Galicia (5%).

Analizando casos límites para asumir el balance producción/consumo por comunidades se observa como Madrid por ejemplo, tendría un 84 por ciento de superficie artificial en tejados y azoteas, zonas industriales, aeropuertos, estadios de futbol, etc.. mientras Andalucía tendría por ejemplo tan solo un 34 por ciento en ese tipo de superficies, pero obtendría un 44 por ciento de superficie en invernaderos que sería susceptible de poner placas fotovoltaicas.

Atendiendo a estos datos, sería posible solucionar el histórico déficit de producción de energía renovable en comunidades autónomas que son grandes consumidoras, como el País Vasco, Cataluña o la Comunidad de Madrid.

También demuestra que la supuesta falta de superficie disponible en entornos urbanos no es cierta.

Rechazan el Reglamento europeo para acelerar renovables

En ALIENTE defienden que “no tiene ningún sentido y es totalmente insostenible” la actual política de instalar paneles solares en campos de cultivos y ecosistemas forestales, y es muy alarmante la propuesta de la Comisión Europea con el reglamento para acelerar los procesos de implantación de renovables, una decisión que pretende votar el 13 de diciembre solo por los ministros de energía para que entre en vigor al día siguiente.

Destacan que si se quiere acelerar la implantación debe hacerse sobre los suelos antropizados porque hay espacio de sobra, “es inadmisible que fomenten la mayor degradación medioambiental de la historia”.

Consideran que cualquier proceso express debería encaminarse a dirigir a las empresas a implantar las renovables en las zonas antropizadas, que son las que se señalan en este informe. De tal forma, proponen que se establezca una moratoria en la instalación de nuevas plantas fotovoltaicas en el territorio para situarlas en zonas sin impacto ambiental, ni espacios naturales, ni superficies de uso agrícola, ni paisajes donde el sector turístico rural es el motor de empleo.

Indican que los datos recogidos en este informe refrendan la premisa que defienden “Renovables Sí, Pero No Así” con la que exigen otro modelo de implantación de energías renovables, que evite graves impactos ambientales y también sociales, para no condenar al sacrificio a una gran parte de los territorios del país.

Además, de esta forma se acercará los puntos de producción y consumo de la energía, evitando grandes pérdidas de energía en el transporte e incrementando su eficiencia, al tiempo que evitando otros graves impactos con las largas líneas de alta tensión para la evacuación.

Concluyen que la implantación de fotovoltaicas puede ser distribuida, eficiente y sostenible, además de reducir la importación de combustibles fósiles, disminuir emisiones de gases de efecto invernadero y no tener un impacto sobre la biodiversidad ni los territorios. Consideran que también se hubiera podido reducir el precio de la electricidad.