Las grandes amenazas para salud de mujeres y niños
Los logros conseguidos durante la última década para mejorar la salud de mujeres, niños y adolescentes están amenazados por los conflictos, la crisis climática y la COVID-19, según el informe Protect the Progress: Rise, Refocus, Recover, 2020 (PDF, en inglés), del movimiento Every Woman Every Child liderado por la Secretaría General de Naciones Unidas desde su lanzamiento en 2010.
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Durante la última década las muertes de niños menores de cinco años llegaron en 2019 a su cifra más baja registrada, más de 1.000 millones de niños y niñas han sido vacunados, la cobertura de inmunización, los partos atendidos por personal cualificado y el acceso a agua potable han llegado a más del 80 por ciento, las muertes maternas han descendido un 35 por ciento desde 2000, con la bajada más pronunciada desde 2010 y se han evitado unos 25 millones de matrimonios infantiles.
Sin embargo, el coronavirus en concreto está agravando las desigualdades existentes con interrupciones de intervenciones sanitarias esenciales, que afectan de manera desproporcionada a las mujeres y niños más vulnerables, el cierre de escuelas en 192 países, impactando en unos 1.600 millones de estudiantes en su momento álgido y la violencia doméstica y el abuso contra niñas y mujeres, así como la pobreza y el hambre, también está aumentando.
“Incluso antes de la pandemia por COVID-19, un niño menor de cinco años moría cada 6 segundos en algún lugar del mundo (…) Millones de niños que viven en zonas en conflicto y en escenarios frágiles afrontan dificultades aún mayores desde el inicio de la pandemia. Necesitamos trabajar juntos para abordar las necesidades inmediatas causadas por la pandemia, a la vez que fortalecemos los sistemas sanitarios. Solo así podremos proteger y salvar vidas”, ha asegurado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
En 2019, unos 5,2 millones de niños menores de 5 años y 1 millón de adolescentes murieron por causas prevenibles.; cada 13 segundos falleció un recién nacido, cada hora 33 mujeres no sobrevivieron al parto y unas 33.000 niñas se vieron obligadas a casarse, normalmente con hombres mucho más mayores.
El informe examina las desigualdades de fondo que siguen privando de sus derechos a mujeres, niños y adolescentes, y señala que el lugar de nacimiento es determinante para la supervivencia.
El año pasado, el 82 por ciento de las muertes de niños menores de 5 años y el 86% de las muertes maternas se concentraron en África subsahariana y en Asia meridional: 9 de cada 10 infecciones pediátricas de VIH/Sida ocurrieron en África subsahariana, y las tasas de mortalidad materna, neonatal, infantil y de adolescentes fueron considerablemente más altas en países afectados por conflictos de manera crónica.
Un plan de acción contra la COVID-19
En el documento se pide a la comunidad internacional:
- Luchar contra la COVID-19, respetando al mismo tiempo los compromisos que pueden mejorar las vidas de mujeres y niños, y no ampliar la brecha entre promesas y realidad.
- Invertir en la salud de todas las mujeres, niños y adolescentes, en todas las crisis. Si no se intensifican los esfuerzos para combatir las muertes infantiles prevenibles, unos 48 millones de niños menores de cinco años podrían morir entre 2020 y 2030. Casi la mitad de estos decesos se producirían entre recién nacidos.
- Impulsar el movimiento Every Woman Every Child, que es más necesario que nunca en estos momentos de crisis mundial y cuando entramos en la Década de Acción de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Hay que defender el multilateralismo y movilizar a la acción en todos los sectores para proteger las enormes inversiones y logros conseguidos, y para proteger la salud y el bienestar de cada mujer, niño y adolescente, esté donde esté.