Campaña "Stop cacas: por unas aceras limpias"
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una campaña para combatir la presencia de excrementos caninos en las calles.
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Los excrementos sin recoger representan un foco potencial de infecciones, especialmente para los niños y las personas en silla de ruedas.
Pero no es solo un problema higiénico-sanitario, también afecta al gasto municipal en limpieza urbana, al tiempo que genera conflictos entre los infractores y el resto de los vecinos.
Es más, la presencia de excrementos caninos en la vía pública es el aspecto peor valorado en las encuestas de satisfacción con la limpieza urbana que realiza periódicamente la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Ávila, León y Zamora, en concreto, obtuvieron en este aspecto una calificación inferior a 40 sobre 100.
Un estudio de OCU revela además estrategias municipales de actuación muy distintas para atajar el problema, sin que la mayor parte de ellas consiga resultados apreciables.
De ahí la campaña Stop cacas: por unas aceras limpias, que busca la colaboración ciudadana y de los ayuntamientos para encontrar soluciones a través de seis acciones:
- Impulsar campañas de sensibilización, para subrayar la importancia de recoger los excrementos, así como para recordar que aceras, jardines y, por supuesto, parques infantiles son zonas de deyección prohibidas; en su lugar deberían usarse los desagües de las alcantarillas, los alcorques de los árboles, la calzada junto al bordillo y las zonas específicas habilitadas.
- Habilitar espacios donde los perros puedan hacer sus necesidades. Por ejemplo, zonas de esparcimiento para los perros o los llamados “pipicanes”. León afirmó tener 37 zonas, Valladolid 7 más 30 “pipicanes” y Soria 10 zonas de esparcimiento. Segovia, por su parte, dispone de 11 “pipicanes”. Mientras que Salamanca no facilitó datos concretos.
- Poner a disposición de los dueños de los canes herramientas que faciliten su asistencia, como dispensadores de bolsas para recoger los excrementos y contenedores especiales. El Ayuntamiento de Segovia informó que tiene 22 papeleras especiales con bolsas.
- Mayor vigilancia e imposición de sanciones disuasorias por no recoger los excrementos. Y que realmente se apliquen: en Valladolid apenas se pusieron 14 multas en 2020, en Salamanca 3, en León 1 y en Segovia y Soria ninguna. El resto de las capitales castellanoleonesas no facilitaron datos a OCU.
- Aumentar las partidas presupuestarias destinadas a la limpieza viaria. Una mayor frecuencia en la limpieza sin duda contribuye a eliminar más rápidamente los restos de excrementos que pudieran quedar.
- Adoptar medidas que hayan demostrado ser efectivas para combatir el problema, como la iniciativa del Ayuntamiento de Málaga para identificar al perro cuya deposición no se recogió a través del registro del ADN de los canes, lo que permitió emitir 166 sanciones solo en 2020.
Al mismo tiempo OCU ha solicitado a los dueños de los canes un comportamiento cívico que incluya gestos como llevar bolsas para recoger excrementos, o botellas con agua del grifo para verter tras la recogida de excrementos.