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"En algunos momentos se ha llegado a las 19.000 llamadas diarias. Es un trabajo excepcional, de máxima eficacia, con millones de anécdotas de índole humana", ha señalado la ministra de Defensa durante su visita al centro de coordinación de la Operación 'Baluarte', en la sede del Cuartel General de la Fuerza Terrestre (FUTER), ubicado en la Capitanía General de Sevilla.

Robles ha subrayado que "esta crisis sanitaria ha servido para redescubrir a las Fuerzas Armadas porque han demostrado su eficacia y han empatizado mucho con la ciudadanía y con su dolor".

La ministra, acompañada por la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, ha charlado con los rastreadores militares que le han contado de primera mano sus múltiples anécdotas durante estos meses de misión 'Baluarte'.

"Hay que poner en valor el trabajo realizado y, sobre todo, la humanidad que han demostrado con las personas mayores, muchas de las cuales están solas", ha señalado Robles agradeciendo a todos y cada uno de los más de 120.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas por su labor y entrega.

Las actividades del Ejército durante estos últimos meses se han extendido más allá de los millones de rastreos y seguimientos de casos y contactos del COVID, con casi un millar de desinfecciones de instalaciones y residencias, así como apoyo logístico y apoyo en la distribución de las vacunas, con más de 1.300 intervenciones.

El denominado Centro de Control de la Generación (CECOGEN) fue también el encargado de gestionar la movilización del Ejército durante la borrasca de Filomena, que castigó especialmente a Madrid, Toledo o Guadalajara, donde los militares se implicaron en la ayuda a los ciudadanos, igual que con los rastreos y desinfecciones frente al COVID.

La función del este centro de control consiste en la generación de fuerzas y capacidades adecuadas para las operaciones de contingencia y las misiones en el extranjero, siguiendo órdenes del Mando de Operaciones (MOPS).