Saldo negativo de 5.167 millones de la Seguridad Social
Las cuentas de la Seguridad Social presentan un saldo negativo de 5.167,60 millones de euros a 31 de julio de 2020.
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Esta cifra es la diferencia entre unos derechos reconocidos por operaciones no financieras de 97.797,62 millones de euros, que registran un incremento del 14,01 por ciento, y unas obligaciones reconocidas de 102.965,22 millones, que crecen un 11,74 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.
Del volumen total de derechos reconocidos, el 92,46 por ciento corresponde a las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social y el 7,54 por ciento restante a las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social. En cuanto a las obligaciones, el 88,55% ha sido reconocido por las entidades gestoras y el 11,45% por las mutuas.
En términos de caja, la recaudación líquida del sistema alcanza los 94.934,15 millones de euros, lo que representa un incremento del 14,5 por ciento interanual, debido en gran medida a las transferencias del Estado.
Por su parte, los pagos arrojan un aumento del 11,86 por ciento, hasta un total de 102.866,29 millones de euros.
En lo que va de año, las cotizaciones sociales han ascendido a 69.019,88 millones de euros, lo que supone 2.725,53 millones de euros menos (un 3,8%) que en el mismo periodo de 2019.
Este comportamiento viene (4.519,64 millones de euros menos), mientras que la de desempleados se eleva un 44,91 por ciento (que supone 1.794,11 millones de euros más).
El descenso en la cotización de ocupados tiene su origen en las distintas medidas que se han puesto en marcha para hacer frente a la pandemia, como la exoneración de cuotas para las empresas acogidas a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo por fuerza mayor y para aquellos autónomos perceptores de la prestación extraordinaria. Unas medidas que incluyen exenciones en las cotizaciones a la Seguridad Social y que hasta junio de 2020 supusieron unos menores ingresos de 1.976,49 millones de euros.
A ello se une la concesión de moratorias en el pago de las cotizaciones a las que se han podido acoger las empresas y los trabajadores por cuenta propia por un periodo de seis meses y las devoluciones de las cuotas de trabajadores autónomos beneficiarios de la prestación extraordinaria por la situación provocada por la pandemia de COVID-19, que a 31 de julio se cifran en 441,19 millones de euros de cuotas reintegradas.
Las transferencias corrientes ascienden a un total 28.015,16 millones, lo que representa un incremento del 117,13 por ciento respecto del mismo período del año anterior.
Dentro de este apartado, la partida más significativa es la correspondiente a las transferencias del Estado y Organismos Autónomos que suma un total de 25.871,08 millones, lo que supone un aumento interanual de un 144,98 por ciento.
Esto se debe, fundamentalmente, a la transferencia de 14.002,59 millones de euros que el Estado ha concedido a la Seguridad Social para equilibrar el impacto en las cuentas de la Seguridad Social derivado de la COVID 19, aprobada el 26 de mayo.
Gastos no financieros
Los gastos en prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron los 93.820,58 millones, un 8,56 por ciento más que en el mismo periodo de 2019. Esta cifra representa un 91,12 por ciento del gasto total realizado en el sistema de Seguridad Social.
La mayor partida, 87.009,79 millones corresponde a pensiones y prestaciones contributivas, con un crecimiento interanual del 9,19 por ciento (7.323,98 millones de euros más).
En un análisis detallado del área contributiva, las pensiones (invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares) se elevan un 3,04 por ciento, hasta 75.078,02 millones de euros.
Este incremento tiene su origen en el aumento del número de pensionistas (0,22%), en la elevación de la pensión media (2,03%), así como en la revalorización de las pensiones contributivas en el ejercicio 2020 (0,9%).
En cuanto a las prestaciones en concepto de nacimiento y cuidado de menor, corresponsabilidad en el cuidado del lactante, riesgo durante el embarazo y durante la lactancia natural y cuidado de menores por cáncer u otra enfermedad se elevaron hasta los 1.674,56 millones, un 13,87% más, debido al aumento del permiso por paternidad de 8 a 12 semanas.
El gasto total en incapacidad temporal ha aumentado un 22,94 por ciento, hasta los 6.278,81 millones. Si bien, el gasto en incapacidad temporal por contingencias profesionales registra un incremento del 66,53% (976,91 millones de euros) respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, a causa de los procesos derivados de la COVID-19.
Merece atención especial la prestación extraordinaria para autónomos, cuyo un importe a 31 de julio alcanza los 3.580,02 millones de euros.
Las pensiones y prestaciones no contributivas, incluidos los complementos por mínimos de las pensiones contributivas, alcanzan los 6.810,79 millones de euros, un 1,05 por ciento más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. De dicho importe, se destina a pensiones no contributivas y complementos a mínimos 5.412,17 millones, y a subsidios y otras prestaciones 1.398,62 millones, de los que 1.356,86 millones corresponden a prestaciones familiares e Ingreso Mínimo Vital.
En cuanto a la nueva prestación de Ingreso Mínimo Vital, a 31 de julio, el gasto se cifra en 33,36 millones de euros que corresponden a nóminas de prestaciones reconocidas en el mes de junio.
Las nóminas de prestaciones reconocidas del mes de julio se abonan e imputan a presupuesto en el mes de agosto.