Decálogo para correr sin riesgos una San Silvestre
Miles de corredores por toda España se calzan sus zapatillas de running eñ último día del año para afrontar una San Silvestre. Si eres uno de ellos, un estudio de Cinfa, avalado por la Sociedad Española de Medicina del Deporte, te ofrecemos diez consejos para correr sin riesgos.
Color local en la San Silvestre de Almazán
Ágreda despide el año con su XI carrera popular San Silvestre
Como en tantas otras carreras, la participación en este evento deportivo navideño aumenta año tras año, paralelamente al incremento en España del número de runners, que, se estima, alcanza ya los 3,14 millones.
Pero, a pesar de la alta penetración de este deporte en nuestro país, nueve de cada diez (93,3 por ciento) aficionados españoles no se preparan adecuadamente para correr, según el VI Estudio CinfaSalud: “Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles”, avalado por la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED).
Y las consecuencias de esta falta de preparación también pueden medirse en cifras: seis de cada diez (61,8 por ciento) corredores de nuestro país han sufrido problemas de salud mientras practicaban su afición en el último año. Estos problemas provocaron, además, un 16,4 por ciento de absentismo laboral y académico.
En concreto, el 38 por ciento de encuestados padeció una lesión muscular –sobre todo en pierna, rodilla y tobillo-, el 23,1 por ciento, dolores de cabeza fuertes y uno de cada diez sufrió fracturas y esguinces (11,9 por ciento), mareos o desmayos (9,8 por ciento) y palpitaciones (8,9 por ciento).
Como explica Eduardo González Zorzano, experto del Departamento Médico de Cinfa, “al correr, todo el cuerpo se pone en marcha: más de doscientos músculos y numerosos huesos y articulaciones se coordinan entre sí, al tiempo que el sistema respiratorio y el corazón trabajan a toda máquina”.
Por ello, desde Cinfa, detallan diez claves para que los runners se aseguren de que su estado de salud no sufre con la San Silvestre.
Diez consejos para correr sin riesgos:
- Corre con cabeza. No pierdas de vista tus motivaciones y plantéate objetivos realistas, que debes ir cumpliendo o aumentando de manera gradual.
- Antes de empezar, chequea tu salud. Acude a la consulta de un especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte, que se encargará de comprobar tu estado de salud general y te realizará pruebas de esfuerzo.
- Sigue un plan de entrenamiento personalizado. Antes que buscarlo en Internet o en revistas especializadas, lo ideal es acudir a un entrenador formado, que programará el plan más adecuado para tu caso y propósitos.
- No sin calentar. Y tampoco sin estirar, pues ambas precauciones son esenciales para reducir el riesgo de lesiones: los calentamientos previos permiten a tu cuerpo aumentar la temperatura y prepararse para el ejercicio, y los estiramientos posteriores son clave para aliviar la tensión en músculos y tendones.
- Respeta los días de descanso. Además de no correr los días de la semana establecidos en tu plan de entrenamiento, debes dormir entre siete y nueve horas diarias.
- Sigue una dieta rica en hidratos de carbono. Consume todos los tipos de alimentos, pero con predominio de aquellos que contengan hidratos de carbono, presentes en la pasta, el pan, las harinas y los cereales. Así lograrás mantener los depósitos de glucógeno de tu organismo lo más llenos posibles.
- Hidrata tu cuerpo. Sobre todo, antes, durante y después del ejercicio, cuando perdemos una gran cantidad de agua y electrolitos a través del sudor.
- Los suplementos nutricionales, tus aliados. Para evitar la deshidratación, preparar el cuerpo para la carrera y ayudar al músculo a recuperarse después, los suplementos nutricionales pueden resultar de gran ayuda. Escoge siempre productos de máxima calidad y seguridad, con el asesoramiento de tu farmacéutico o médico especialista.
- Mima tus pies. Lávalos y sécalos bien todos los días, hidrátalos al menos dos veces a la semana y córtate correctamente las uñas. Y ve al podólogo para tratar problemas como callos y durezas.
- Elige las zapatillas más adecuadas para ti. Es importante que su amortiguación sea la adecuada para tu peso y que su ergonomía esté adaptada a tu manera de pisar.
- salud les permite participar sin riesgos cualquier tipo de prueba: