Más de 53.000 personas han visitado, en el MUSAC, la exposición '"Ai Weiwei. Don Quixote"
Un total de 53.365 personas han podido disfrutar en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) desde el pasado 8 de noviembre de ‘Ai Weiwei. Don Quixote’, una extensa exposición de este creador imprescindible en el panorama artístico internacional, conocido por su capacidad de fusionar arte y activismo político.
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La muestra, que puede visitarse hasta el próximo 18 de mayo, incluye cuarenta y dos obras entre instalaciones, vídeos, películas y cuadros ejecutados con ladrillos de juguete.
‘Don Quixote’ puede visitarse de martes a domingo de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas, y se ofrecen visitas guiadas gratuitas los martes, miércoles y jueves a las 19:00 horas, para las que es posible inscribirse a través de la web www.musac.es .
Se trata, además, del primer proyecto que exhibe en profundidad la serie de cuadros realizados por Ai Weiwei (Pekín, 1957) con ladrillos de juguete, que constituyen el hilo conductor del proyecto: diecinueve obras en las que el artista parte de los cuarenta colores disponibles de estas piezas de plástico de juguete para producir imágenes que recrean cuadros de la historia del arte, modifican fotografías procedentes de los medios de comunicación o recrean obras del propio Ai Weiwei realizadas anteriormente con otras técnicas. Entre estas piezas destaca ‘The Third of May’ [El tres de mayo] (2023), un gran cuadro inédito, producido específicamente para esta muestra, que versiona la obra de Goya ‘El tres de mayo de 1808 en Madrid’.
Con más de 1700 metros cuadrados, ‘Don Quixote’ es uno de los proyectos expositivos más ambiciosos hasta la fecha del artista y disidente chino, quien durante la inauguración declaró que se trata de “su mejor exposición hasta la fecha”.
Comisariada por el director del MUSAC, Álvaro Rodríguez Fominaya, la muestra ha sido diseñada junto al artista en exclusiva para el museo leonés, cuyas salas permiten albergar algunas de sus obras más monumentales, imposibles de exponer en otros museos.
Es el caso de la instalación La Commedia Umana (2017-2021), que se expone por primera vez en un museo. Con más de ocho metros de alto y 2.700 kg de peso, es uno de los candelabros de Murano de mayor tamaño realizados nunca y surge de las reflexiones del artista sobre el humanismo y la humanidad, así como de su defensa de la libertad de expresión.
Para encontrar el origen de Don Quixote es necesario retroceder hasta la infancia del artista.
Su padre, el poeta Ai Qing, tuvo entre sus libros una edición de la obra maestra de Cervantes, que Ai Weiwei recuerda vívidamente por su bella portada e ilustraciones y la breve introducción a la historia que su padre le hizo. Viviendo en los desiertos remotos de Xinjiang, donde la familia había sido deportada, la extravagante pareja formada por Don Quijote y Sancho Panza despertó su imaginación infantil y le reveló que se podía concebir todo un mundo de fantasía, más allá de la doctrina maoísta.
El comisario de la exposición, Álvaro Rodríguez Fominaya, ha explicado que Don Quixote no se ha concebido como una retrospectiva y ha detallado que en la muestra quedan reflejadas las grandes inquietudes humanistas de Ai Weiwei: desde la libertad de expresión, las crisis migratorias, la defensa de los derechos humanos, hasta lo que el propio artista define como el declive del humanitarismo.
Además, ha incidido en que casi todas sus grandes series están representadas en la muestra, en un arco cronológico que va desde 2008 hasta 2023.
La exposición refleja asimismo el amplio léxico material del artista: de la madera a la cerámica y del ready-made al bambú, de la literatura al lenguaje fílmico. Una de las características definitorias de su trabajo es la combinación de técnicas artesanales milenarias –como podemos observar en sus obras de bambú o cerámica– y ready-made, que da forma a los temas que integran su proceso creativo, desde la geopolítica hasta el humanismo.
Ai Weiwei. Nota biográfica
Ai Weiwei (Pekín, China, 1957) desarrolla una actividad diversa y prolífica en campos como la instalación escultórica, el cine, la fotografía, la cerámica, la pintura, la escritura y las redes sociales.
Como artista conceptual que fusiona la artesanía tradicional con su herencia china, Ai Weiwei se mueve libremente entre diversos lenguajes formales para reflexionar sobre la situación geopolítica y sociopolítica contemporánea.
La vida y la obra de Ai Weiwei interactúan sin descanso y se influyen mutuamente en una confluencia que a menudo se extiende a su activismo y a su defensa de los derechos humanos internacionales.
Ai Weiwei ha expuesto de manera individual recientemente en Design Museum, Londres (2023); Albertina Modern, Viena (2022); Museo Serralves de arte contemporáneo, Oporto (2021). Además de Royal Academy, Londres (2015); Brooklyn Museum, Nueva York (2014); Turbine Hall, Tate Modern, Londres (2010) o la documenta 12, Kassel (2007), entre muchos otros.
Las memorias del artista, ‘1000 años de alegrías y penas’, se publicaron en 2021, y la novela gráfica autobiográfica ‘Zodiac: A Graphic Memoir,’ creada en colaboración con Elettra Stamboulis y Gianluca Costantini, se ha editado en 2024.