Crece casi un 10 por ciento las personas que necesitan diálisis o trasplante
Según el último Registro de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), el número de personas con Enfermedad Renal Crónica (ERC) que ha pasado a necesitar en 2017 Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) en la Comunidad se acerca a los 300.
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La prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica en España (ERC) ha crecido un 20 por ciento en los últimos diez años, pasando de 1.001 pacientes por millón de población (pmp), en 2006, a 1.284 en 2017 según el Registro actualizado de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.).
Este Registro muestra que la Comunidad de Castilla y León mejora ligeramente las cifras nacionales sobre el impacto de la enfermedad renal en sus fases más avanzadas.
Así, la prevalencia se sitúa por debajo, en 1.223, frente a los 1.284 pmp de la media nacional.
Igualmente, la media anual de nuevos casos es inferior a la nacional (119,1 pmp frente a los 141pmp de la media nacional).
Con ser mejores que la media, estos datos indican que, en tan sólo un año, ha crecido un 9,6 por ciento la Comunidad el número de personas – 287 más en total- que han pasado a necesitar diálisis o trasplante. Así, ya son 2.966 los pacientes renales que en la Comunidad precisan Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS).
La S.E.N. ha querido aprovechar la celebración de su XLVIII Congreso anual para informar que en España hay algo más de 7 millones personas que padecen Enfermedad Renal Crónica, con un impacto mucho mayor en hombres que en mujeres.
De esos 7 millones de pacientes, algo más de 60.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), es decir requieren tratamiento de diálisis o trasplante.
La mortalidad de la Enfermedad Renal Crónica se ha venido situando por encima del 8 por ciento en la última década. Los segmentos de población con mayor prevalencia de ERC son, por este orden, el de la población entre 65 y 74 años, con una prevalencia por encima de los 3.000 pmp; el de la población de más de 75 años, con una prevalencia de 2.638 pmp; y el de la población entre 45 y 64, por encima de 1,765 pmp.
El aumento de la incidencia de la Enfermedad Renal Crónica se relaciona con el envejecimiento de la población, pero principalmente con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular (responsables de más del 50 por ciento de los casos), la obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo.
De ahí que los nefrólogos hagan un llamamiento sobre la importancia de adoptar hábitos de vida saludables para frenar el avance de una patología que ya se conoce como “la epidemia silenciosa”, pues sus síntomas son poco reconocibles en sus estadios iniciales.
De hecho, una de las asignaturas pendientes es la detección precoz de esta patología, que permitiría reducir el daño renal e incluso revertirlo si se trata en sus primeras fases. Se estima que más del 40% de la Enfermedad Renal Crónica está infradiagnosticada.