Silvia Aceña: "la pandemia se ha olvidado demasiado rápido"
Silvia Aceña, enfermera de profesión y Secretaria Provincial de SATSE Soria, fue de las primeras personas en ser ingresadas por coronavirus en el hospital Santa Bárbara de Soria. Hoy, cinco años después, recuerda este pandemia que marcó muchas vidas y que la sociedad ha olvidado demasiado pronto.
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Desde el 11 de marzo de 2020 el mundo enfrentó una de las crisis sanitarias más grandes de la historia reciente. Ese día, la Organización Mundial de la Salud (OMS). declaró oficialmente la pandemia de COVID-19, una fecha que marcaría el inicio de una crisis sanitaria global sin precedentes en la historia reciente.
Aceña comenzó a primeros de marzo de 2020 a tener fiebre alta pero en ningún momento pensó que pudiera ser el coronavirus, que empezaba a acaparar los titulares en los informativos.
“Justo a raíz de las elecciones sindicales del Sacyl, empecé a encontrarme mal y pensé que había cogido la gripe, porque los síntomas eran los de una gripe”, ha recordado hoy, cinco años después.
Aceña estuvo tres días en casa hasta que ya, como es diabética, empezó a tener náuseas, dolores articulares y fiebre, lo que hizo que la visitarán en casa desde Atención Primaria. Tenía la glucemia disparada y no había manera de controlarme. “Me dijeron que sí seguía así me fuera a urgencias y por la tarde acabe en Urgencias”, ha señalado.
Al final decidieron su ingreso hospitalario y llegó a estar dos días en una habitación compartida, sin “mascarilla y sin nada”, hasta que le dijo al médico que empezaba a toser un poco. Entonces la aislaron y la hicieron la prueba del Covid 19, que dio positivo. Terminó en la UCI.
“En aquel entonces los diagnósticos no se hacían en Soria capital sino que había mandarlo a Madrid y tardó otro par de días. Y se confirmó el Covid 19”, ha señalado.
Aceña tiene claro que pudo coger el Covid 19 en el trajín de las elecciones sindicales, donde visitó todos los centros sanitarios.
El 4 de abril de 2020 recibió el alta en el hospital Santa Bárbara, tras ser ingresada el 10 de marzo por coronavirus. Luego estuvo otro mes en su casa aislada en una habitación.
“Muy duro es, pero hay que tener siempre un punto positivo para poder seguir adelante”, ha apuntado.
A Aceña no le hizo falta que le dijeran sus compañeras como estaban atendiendo la pandemia, porque lo vio en primera persona.
A su juicio, la pandemia se ha olvidado demasiado rápido. “Lo que se pasó entonces, donde los sanitarios fueron luchadores hasta el infinito, se ha olvidado”, ha lamentado.
Se decía que de la pandemia la sociedad saldría mejor, pero Aceña tiene hoy sus duda. Y en cuanto a la sanidad, “va en picado, en lugar de para arriba”.
En su opinión, la sanidad necesita más recursos económicos para mejorar, aunque se haya aumentado en los últimos años.
“La única solución es poner más dinero, para contratar personal, que falta en todas las categorías. Si no hay dinero, falta personal y repercute en los pacientes”, ha resaltado.
Si llegase otra pandemia, Aceña ha estimado que la sanidad está más preparada en reservas de material (EPIs) y en prevención.
Las enfermeras vivieron auténticos episodios para protegerse durante las primeras semanas de la pandemia. No había mascarillas ni equipos de protección y se tuvo que trabajar con las batas donadas por agricultores y las empresas y los voluntarios que en sus casas confeccionaron delantales y mascarillas.
“La gente se volcó y es lo mejor de la pandemia”, ha resaltado.
Aceña ha recordado que muchas enfermeras se contagiaron durante la primera oleada del Covid 19 por la falta de protección. “Era un bicho nuevo, que no se sabía cómo era su tranmisión. Y sin medios, o reutilizando medios, mucha gente se contagió”, ha recordado.
Aceña ha recalcado que las enfermeras exprimieron su vocación para ayudar a todos los pacientes de Covid 19 que necesitaban atención y luego tenían que volver a sus casas, donde tenían a sus familias y a las que podía contagiar. Lo que sucedió en más de un caso.