CRS apuesta por mantener libretas de ahorro
La Caja Rural de Soria seguirá manteniendo las libretas de ahorro ante el avance de la digitalización del sector financiero, como una alternativa para facilitar los movimientos de sus clientes, en especial los de mayor edad.
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CRS ha explicado en un comunicado que la digitalización del sector financiero está provocando muchos cambios dentro de las entidades. Y uno de ellos es que muchos bancos han comenzado a dar menos importancia a las libretas de ahorro.
"Muchas incluso dejan de expedir este cuadernillo" que tiene como misión plasmar los movimientos que se producen en una cuenta y otras cobran por este servicio.
El objetivo de gran parte del sector para por eliminarlas en los próximos años.
El director de negocio de Caja Rural de Soria, Ismael Ruiz, ha apuntado que para la entidad "la digitalización es una alternativa. Es decir somos conscientes de que muchos clientes optan por estos canales, pero también tenemos que entender que todavía hay muchas personas, sobre todo nuestros mayores que precisan de atención física y demandan la libreta de ahorro de toda la vida, no les podemos abandonar".
Caja Rural de Soria sigue apostando por ofrecer este servicio.
"La libreta de ahorro la siguen usando y poniendo al día muchísimas personas. Esta apuesta porque conviva lo físico con lo digital es clave para la entidad soriana. El motivo es porque muchas personas por su edad no acceden a servicios digitales donde se encuentran sus movimientos, productos y demás servicios", ha recalcado.
El único soporte que conecta a los clientes con la entidad es, por tanto, el de la libreta de ahorro.
Caja Rural de Soria ha apuntado que también que se encuentra inmersa en un proceso de digitalización (hace unos meses lanzaba la nueva versión de Ruralvía) y que "es consciente de que retirar este soporte documental puede dificultar el acceso a sus cuentas a un grupo de población como son las personas de una edad avanzada. Digitalización sí, pero con alma".
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya denunció "la falta de habilidades digitales, el miedo a cometer errores o al fraude online, que obliga a buena parte de los mayores de 55 años y la mayoría de los mayores de 65 años a seguir recurriendo al servicio presencial de su oficina bancaria".