Colocan por tercera vez la placa de homenaje a represaliados en Fuentebella
La placa de homenaje a Antonio Cabrero Santamaría y Valentín Llorente Benito brilla de nuevo en el despoblado de Fuentebella, en Tierras Altas, tras colocarla de nuevo la asociación memorialista Recuerdo y Dignidad.
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El 28 de diciembre de 2024 un radiante sol de invierno acompañó al grupo de personas que se desplazaron juntas para colocar, por tercera vez, la placa de homenaje a los dos civiles asesinados en el barranco situado a los pies del monolito donde está la placa.
El punto de encuentro fue en Sarnago, donde se distribuyeron en varios coches para llegar hasta el lugar que la carretera permite acceder con un vehículo convencional.
Un pequeño paseo les llevó hasta el monolito, en el que se podían observar, gracias a un espléndido y despejado día, el paisaje montañoso, tanto el cercano como el más lejano.
Una vez en el lugar, el equipo encargado de la instalación de la placa se puso manos a la obra, mientras que Ander, el nieto de Antonio Cabrero, explicaba dónde se ubica aproximadamente la fosa, ya que aún no se ha podido encontrar.
Es una tarea complicada debido al difícil acceso a la zona, que yace al fondo de un barranco y a varios kilómetros de cualquier pista forestal de acceso, por lo que cualquier tipo de trabajo debe ser llevado a cabo sin maquinaria.
El grupo de la Asociación Recuerdo y Dignidad que está investigando el caso estuvo compartiendo con Ander informaciones y averiguaciones respecto a la fosa, para que en los próximos meses se puedan realizar búsquedas exhaustivas en el entorno en el que los testimonios la sitúan.
Un primer aplauso acompañó al fin de la colocación de la placa.
Ander contó la historia de su abuelo Antonio y de Valentín, no sólo su huida y su terrible desenlace, sino la búsqueda incansable de su familia.
La voluntaria de la asociación que ha diseñado las postales por el 20 aniversario de la Asociación, Olga Latorre Cristóbal, contó su proceso de ideación y realización, y entregó un ejemplar a cada persona que asistió al acto, convirtiéndolo así en el primer evento de difusión de las mismas. Además, entregó un clavel a cada persona, para el homenaje final a Antonio y Valentín.
La música de ‘La vara de la libertad’, una jota que compuso el pueblo de Pitillas ensalzando la dignidad como alcalde de Antonio Cabrero, se unió al homenaje en el que cada persona fue colocando su clavel a los pies del monolito.
La jota, anónima, ha sido interpretada por varios grupos de música; aparece, por ejemplo, en el disco de Paco Marín ‘Sentimientos en crudo’ (https://www.youtube.com/watch?v=0BKOFCwgHd0). Sonó de nuevo para que la conociéramos las personas asistentes, pero también para que llegara hasta ellos, hasta Antonio y Valentín.
Cerró el homenaje Ander, colocando sus claveles y diciendo unas palabras, que acabaron con otro fuerte aplauso.
Una foto del grupo que participó en este bonito y emotivo acto sirve para recordar este día, para homenajear a Antonio y Valentín, y para mostrar que nunca dejaremos de recordarles, de recolocar la placa las veces que haga falta, y que continuaremos buscando su fosa.
A la vuelta, un pequeño grupo se quedó en Sarnago y saboreó las migas preparadas por las amistades que acompañaron a Ander hasta Soria para el homenaje.
Denuncia y actuación de la Guardia Civil por la vandalización de la placa
En mayo de 2024 Recuerdo y Dignidad interpuso una denuncia ante la Guardia Civil, por delito de odio, por la vandalización del lugar de memoria a civiles asesinados por defender la libertad y la democracia y con la clara intención de que no se conozca su historia ni por qué fueron asesinados.
La Guardia Civil ha realizado las gestiones pertinentes para identificar a quienes llevaron a cabo la vandalización utilizando los medios a su alcance.
En julio de 1936, Antonio Cabrero Santamaría, alcalde de Pitillas en Navarra, huyendo de las amenazas de muerte, se dirige a Acrijos buscando el apoyo de unas amistades. En el trayecto a esta población, coincide con el maestro Valentín Llorente Benito, el cual se encontraba en similar situación
. En su estancia en Acrijos son escondidos en un corral cercano al pueblo. Allí permanecen durante más de un mes siendo asistidos por algunos pastores y vecinos. Hubo registros amenazantes en varias casas y les aconsejan que abandonen el municipio.
Se trasladan a Fuentebella donde están unos días escondidos en un corral y un cabrero les ayuda.
Comunican al alcalde de Fuentebella que tienen que buscar a los “huidos” y matarlos. Tras amenazar al padre del cabrero, consiguen que les lleve donde estaban, y son asesinados y enterrados los dos juntos en una fosa común.
La familia de Antonio Cabrero lleva buscándolo desde 1936, tanto su mujer, como su hijo mayor y sus nietos.
Desde 2005 personas de la zona ayudan a los nietos, bajan al lugar de los hechos, continúan la investigación y en 2013 con financiación del Gobierno de Navarra se hace un último intento por encontrar la fosa común que alberga sus restos, aunque el resultado fue infructuoso. La familia recoge las impresiones de su búsqueda de tantos años en el blog La Vara de la Libertad (lavaradelalibertad.blogspot.com.es/).
La historia de estos dos desaparecidos se recoge en el libro ‘La Vara de la Libertad’, de Isabel Goig Soler.