La campaña electoral recién iniciada es para valientes. Los ciudadanos de Soria y provincia esperan que los candidatos de las diferentes opciones pongan pie en tierra y hagan balance de lo que han hecho en la legislatura que termina, un repaso que siempre debe estar en función de lo comprometido -que movilizó el voto- y no sólo basado en denunciar lo que hicieron peor sus contrincantes políticos. Los ciudadanos esperan que los partidos políticos se olviden en Soria del marketing político que convierten cada vez más a las campañas en una representación teatral, donde el discurso se repite y se repite de memoria, tanto como la parafernalia que acompaña a los escenarios. Los políticos que llegarán a Soria estos días deben venir con algo bajo el brazo y no sólo a buscar un titular y una fotografía en la sociedad de la imagen, para olvidarse después del 22 de mayo de lo que anunciaron. En estos días, repetimos, hay que ser valientes y no parece que haya empezado bien la función -política- con la tendencia generalizada de los partidos a levantar barreras a la libertad de información y de expresión, cuyo objetivo es condicionar a sus intereses los principios de veracidad, objetividad, imparcialidad y pluralidad que deben regir la tarea periodística. Desde la convocatoria de ruedas de prensa sin preguntas a las presentaciones sin más explicaciones que las que interesan, la clase política debe huir en esta campaña electoral de estas malas prácticas, que condenan a la información política a ser un producto propagandístico, sin respeto e interés para los ciudadanos que representan.