LA MAYOR REVOLUCIÓN DE la prensa escrita de los últimos años no se ha producido por un profundo cambio tecnológico, sino por la aplicación de una idea tan simple como eficaz: regalar un periódico gratuito.
La prensa gratuita, y con ella la revista que tiene entre sus manos, ha respondido a un viejo principio que dice que para tener éxito en cualquier negocio uno debe encontrar un hueco y rellenarlo. Cuando nos miran, algunos siguen pensando que hay productos de mayor calidad porque tienen más páginas y cobran por ellos. Pero cobrar o no cobrar no es hoy la cuestión, en un mercado informativo saturado, que lo que exige a los informadores es saber separar la paja del grano. En el fenómeno de la comunicación escrita, leer o no leer es la cuestión y tenemos que agradecer, en este año de vida que hoy cumplimos, que sigamos teniendo la atención del público. Son ya 250.000 ejemplares de una revista gratuita que ha llegado a muchos puntos de la geografía provincial, un reto -una apuesta- que es posible merced a la fidelidad de los lectores y de los anunciantes, así como al trabajo de todas las personas que hacen posible cada uno de los números, desde la redacción, maquetación y administración, hasta la publicidad, distribución y reparto. El periodismo está obligado a reinventarse si quiere sobrevivir. Y para ello la participación del público es imprescindible, como lo es recuperar la generación de información propia de valor y aportar elementos de reflexión a los ciudadanos, y hacerlo de forma corta y clara. En este empeño estamos. Están invitados a seguir haciendo camino con nosotros.