Un Plan Estratégico para una ciudad sin financiación
Cuando se ha consumido más de la mitad de la legislatura, el Ayuntamiento de Soria ha lanzado a la opinión pública la oportunidad de planificar, ahora todos juntos, la ciudad que queremos y cuyo modelo se recogería en un Plan Estratégico de Desarrollo con participación de todos los agentes sociales y económicos y el horizonte temporal 2015.
De entrada hay que apuntar que tener voluntad de consenso siempre es positivo, pero conviene que esta voluntad sea firme y no otra mera oportunidad política, mirando ya en el horizonte rentabilizar este plan en una próxima convocatoria electoral. Porque lo de tener un modelo de ciudad no es un debate nuevo en estas tierras; unas conclusiones que todos los partidos, en mayor o menor medida, han recogido en sus programas electorales. Desde una ciudad más peatonal, con vocación de referente cultural, hasta más moderna, con empleo e infraestructuras y dotada de todos los servicios, todos coincidimos en esa Soria feliz que queremos alcanzar pero que, legislatura tras legislatura, se nos escapa de las manos, aunque hayamos dado, ciertamente, algún paso en la buena dirección. Es positivo que las ideas fluyan y que se consensuen los proyectos, pero lo es tanto o más que se cumplan los plazos y los compromisos. Cansados estamos ya de planes que se diluyen en el tiempo, de promesas incumplidas, de trenes perdidos. En este modelo de ciudad deseable no hay que olvidarse, por lo demás, del alfoz de la capital, que debe ser integrado con visión de futuro y evitar condenar a los pueblos a acoger lo que la ciudad no quiere.