Para que la campaña electoral sea productiva
EN tres décadas de democracia en España, las diferentes convocatorias electorales al Parlamento español han dejado en Soria una lluvia de promesas y compromisos, muchos de ellos todavía por cumplir, de los diferentes partidos políticos.
La experiencia debería ser suficiente como para que los candidatos de uno y otro partido que ha gobernado España en este tiempo fueran lo suficientemente auto-críticos para que huyeran de excesos hacia el rival político en la teatralización que conllevan siempre las campañas electorales. Pero si este mirarse en el espejo no fuera suficiente, conviene que los candidatos hagan votos por ser más respetuosos con el electorado, siguiendo una serie de consejos para articular mejor sus mensajes y donde los debates electorales son una herramienta más que no hay que desdeñar, sobre todo si se considera que los mítines, fundamentales para movilizar y motivar al propio electorado, pierden peso en cada convocatoria electoral. Puestos a pedir, nos gustaría que nuestros candidatos recuerden esta campaña electoral que deben dirigirse al electorado de forma clara y en términos reales -sobre lo que se ha hecho en la última legislatura y lo que se está dispuesto a hacer en la siguiente-, deberían facilitar información para que pueda ser interpretada y deberían evitar, a toda costa, convertir el ejercicio de la política en un patio de colegio, con insultos y descalificaciones, con enredos que sólo conducen a su propio descrédito. Elegir uno u otro camino está en su mano. El electorado, que sabe bien lo que quiere, se lo terminará agradeciendo.