Más participación ciudadana para diseñar el futuro
La movilización social ocurrida en el barrio burgalés de Gamonal invita a la reflexión no sólo de las administraciones y poderes públicos sino de la propia ciudadanía, agobiada en buena medida por una crisis económica que le hace mirar cada día con mayor exigencia cada paso que dan sus gobernantes.
Hoy la ciudadanía no se conforma con ser sólo cliente de los servicios públicos, sino que exige asumir responsabilidades con los compromisos de gobernabilidad de sus municipios quienes, a su vez, deben ser cada día más conscientes que la participación activa de los ciudadanos en los asuntos públicos es una necesidad surgida de la propia crisis de representatividad política tradicional, manifestada en los altos niveles de abstención electoral y la creciente dificultad de los partidos para actuar como portavoces y articuladores de los intereses y preocupaciones de una sociedad que en ocasiones los rechaza. Los ciudadanos, que valoran cada día más como excesivo el periodo de cuatro años para evaluar la acción de gobierno, no quieren ser en este tiempo de recortes y restricciones meros espectadores de las acciones públicas, sino protagonistas en la toma de decisiones que les afectan a su vida cotidiana y a su economía, para lo que es necesario que las administraciones, además de regirse por los principios de transparencia en la gestión pública, arbitren más mecanismos y medidas para favorecer y mejorar la participación ciudadana, como un instrumento para perfeccionar el interés público y que éste sea fiel reflejo de la mayoría y no de la influencia de minorías.