Los accidentes laborales siguen siendo hoy una lacra para una sociedad moderna como la española y castellano-leonesa.
Aunque se ha avanzado en los últimos años a la hora de concienciar a la población de la importancia de la cultura preventiva en el mercado laboral, sigue habiendo mucho camino por recorrer y objetivos que cumplir, como los rubricados por la Junta y los agentes sociales y económicos en el Acuerdo para la prevención de Riesgos Laborales para el período 2007-2010. La experiencia demuestra la necesidad de una actuación conjunta de los distintos colectivos implicados para que la siniestralidad laboral deje de ser un grave problema y un alto coste, no sólo económico, sino también social y humano. Las pymes, los autónomos, la población inmigrante y los jóvenes son los colectivos de atención preferente en el nuevo acuerdo para que esta Comunidad ocupe un lugar de relevancia acorde con la calidad e innovación de los proyectos que se vienen desarrollando. La creación de Un Observatorio de Prevención de Riesgos o el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de Castilla y León, o el acuerdo de colaboración entre Fiscalía y sindicatos para intercambiar información sobre las diligencias abiertas en delitos que supuestametne obedezcan a una falta de prevención, son sólo algunos instrumentos para conseguir un mercado laboral más seguro, del que todos, trabajadores, empresarios y administraciones, se sientan más satisfechos. Entre todos, con diálogo e implicación en la cultura preventiva en el trabajo, será más fácil cumplir objetivos.