FINALMENTE, LO QUE EL SENTIDO COMÚN ACONSEJABA ha terminado sucediendo: el Ministerio de Medio Ambiente realizará un informe de impacto ambiental del nuevo centro penitenciario de La Laguna, junto a la zona natural de esparcimiento de Valonsadero.
Las alegaciones presentadas por IDES y ASDEN han hecho posible que este trámite necesario se sustancie y ponga en evidencia las declaraciones de algunos políticos locales, más preocupados en silenciar lo evidente que en bien informar a sus conciudadanos, que es lo menos que se merecen. Porque el expediente del nuevo centro penitenciario está jalonado de medias verdades y manifestaciones interesadas en donde el Ayuntamiento, y algunos de sus representantes, no quedan precisamente bien parados. Los concejales deberían haber ido de la mano en exigir el estudio de impacto ambiental de este proyecto. Ahora, con el trámite iniciado, una empresa independiente tendrá que sopesar las posibles repercusiones del nuevo centro penitenciario sobre el equilibrio medioambiental de la zona. Unas repercusiones que la propia Sociedad de Infraestructuras Penitenciarias (SIEP) reconocía hace cuatro meses en la memoria del proyecto que llegó al Ayuntamiento, cuando aseguraba, textualmente, que el centro afectará a la calidad final del paraje de La Laguna y su entorno (Valonsadero). Por ello, es necesario que se analice al detalle la afectación del nuevo centro al paisaje y desde el Ayuntamiento se facilite la participación de la sociedad soriana, la auténticamente soberana para decidir su futuro.