En la llegada del ferrocarril Soria y provincia siempre ha tenido esperanzas de que sirviera de motor de impulso de su desarrollo.
Pero el tren del futuro sigue sin llegar a la estación de El Cañuelo, por más que se programen actuaciones o se firmen compromisos y planes. Sin duda, el tren puede ser una auténtica lanzadera del desarrollo provincial. Lo ha sido en otras capitales tan distantes como Soria de Madrid (Ciudad Real), y lo será, a partir de esta semana, para Segovia y Valladolid. Soria, en la planificación de la Alta Velocidad Ferroviaria ha pasado de ser la primera provincia en la que iba a llegar el AVE a entrar en vía muerta en este proyecto, con justificaciones que suenan a excusa. Porque no tiene ninguna razón de ser que una declaración de impacto ambiental lleve siete años -tres con un Gobierno y casi cuatro con el partido que criticaba entonces desde la oposición el retraso en su aprobación- durmiendo el sueño de los justos. El ferrocarril en Soria necesita, de una vez por todas, conectarse a los corredores de alta velocidad; sin más dilaciones, sin más excusas, y no condicionarlo a la modernización previa de la línea convencional. Las dos inversiones, deberían saberlo, no son antagónicas, sino complementarias. La Plataforma Soria Ya vuelve a llamar a la sociedad a participar en un acto reivindicativo que necesita seguimiento, para que de una vez por todas, los que tienen responsabilidades en esta competencia den respuestas. A tres meses de las elecciones generales, los partidos políticos deben subirnos al tren del futuro. Si no lo hacen, que busquen mejores excusas.