Con agrado tenemos que acoger la intención manifestada por PSOE y PP de unir fuerzas en el Congreso de los Diputados para conseguir ampliar la zona de promoción económica en la provincia, tras el real decreto oficial publicado a primeros de marzo en el Boletín del Estado que limitaba a quince los posibles municipios beneficiarios de las ayudas contempladas en los incentivos regionales hasta el año 2013.
La industrialización debe ser un objetivo prioritario para todos en una provincia que necesita crear empleo y fijar población en el medio rural, más teniendo en cuenta las sombras que se ciernen sobre otros sectores económicos. Por ello, es positivo que los dos partidos políticos mayoritarios hayan cambiado el paso en el inicio de la nueva legislatura política, sumando apoyos en un asunto que favorece el desarrollo de la provincia, en contraposición a otros debates del reciente pasado en el que protagonizaron enfrentamientos que restaron fuerza a las reivindicaciones provinciales, caso de las infraestructuras. Al hilo de estas ayudas, los dos partidos también deben ir de la mano en la mejora de las ayudas de la línea de reindustrialización a las empresas sorianas, para que no exista ni un proyecto sin créditos ni subvenciones directas. La provincia necesita de forma prioritaria que se incentiven todas aquellas actuaciones empresariales que potencien, regeneren o creen tejido industrial. Responder a esta demanda debe ser un objetivo de todas las administraciones y partidos para que la solidaridad y el equilibrio inter-territorial sea verdaderamente real.