Demografía, entre la reivindicación y la autocrítica
NO POR CONOCIDAS, LAS CONCLUSIONES del último estudio demográfico de la provincia encargado por la Subdelegación del Gobierno deben caer en saco roto.
La población soriana se mantiene únicamente gracias a la llegada de inmigrantes en el último decenio, casi uno de cada cuatro residentes en la provincia tiene más de 65 años y la zona rural se mueve en parámetros de desierto demográfico son razones más que suficientes para que todos, administraciones y ciudadanos, reflexionen sobre estos datos, alejándose tanto de la auto complacencia como del victimismo y lamento. La demografía es un radiografía incuestionable que refleja realidades que la provincia tiene que mejorar para alimentar su propio futuro. A las administraciones, la sociedad civil tiene que seguir planteando reivindicaciones y denunciando sus compromisos incumplidos, porque la vertebración de un territorio despoblado como Soria necesita de inversiones y plazos de ejecución, reconociendo a su vez que algo se ha hecho en esta dirección pero también, que queda mucho por hacer. Pero no sólo con responsabilizar a las administraciones de la situación es suficiente. La provincia carece de personas con el suficiente espíritu emprendedor que permita crear riqueza y asentar población. En otras ocasiones, administraciones y ciudadanos alimentan polémicas estériles que retrasan proyectos e, incluso, llegan a poner en peligro inversiones que en otros lugares reciben con los brazos abiertos. Entre todos, hay que sumar para que los recursos humanos crezcan cada día en la provincia.