Cuando las administraciones huyen del acuerdo
SI HAY ALGO QUE VALORAN especialmente los ciudadanos en tiempos de dificultades económicas es que sus administraciones -y con ella sus responsables a la cabeza- se pongan de acuerdo para generar sinergías positivas y rentabilizar los pocos recursos disponibles.
Si algo se presupone en los cargos públicos es que tienen predisposición para sumar proyectos, en lugar de abandonarse al sectarismo con tal de perjudicar a otras administraciones. No tiene ni pies ni cabeza que después de diez meses de firmar un convenio para poner orden en la nave de los antiguos camineros que la Diputación provincial tiene en la salida del polígono industria de Las Casas -un auténtico pegote urbanístico dada la expansión de la zona-, el Ayuntamiento no haya movido un papel en este tiempo para poner en marcha el expediente administrativo para recalificar los terrenos y destinar la zona a viviendas de protección oficial, esas que tanto demandan un buen número de sorianos de la capital. Los servicios técnicos municipales pueden tener mucho trabajo pero lo que falta en este asunto es voluntad política para cumplir con los compromisos. Con un poco de sensatez sería muy fácil desbloquear este asunto, del que se pueden beneficiar todos. La Diputación provincial podría ingresar, por la venta de aprovechamientos -cumpliendo la legalidad vigente como cualquier hijo de vecino-, un dinero que le permita aligerar sus tensiones de tesorería. El Ayuntamiento de Soria podría recuperar una zona urbanística y poner en el mercado otra promoción de VPO. Y un problema menos para todos.