Cuando la depuradora da la espalda a la ciudad
El consejo de ministros del Gobierno saliente ha encomendado a la sociedad pública AcuaNorte la licitación de la ampliación de la depuradora de aguas residuales en su actual ubicación en Soria, junto a las márgenes del Duero, en una zona que la ciudad -y sus ciudadanos- han empezado a recuperar para el disfrute del ocio y que tiene un gran potencial turístico a poco que las administraciones se dediquen a sumar propuestas, en lugar de promover otras que no encajan en este entorno.
No se entiende tantas prisas para licitar una obra que la sociedad, en su gran mayoría, quiere que se ubique en el vecino término de Los Rábanos, como mejor garantía de la eliminación definitiva de los malos olores y con vistas a aprovechar mejor las posibilidades turísticas del Duero. El equipo socialista de Gobierno parece dispuesto a hipotecar este futuro para varias generaciones, cuando lo razonable y democrático es escuchar a la mayoría y trabajar para cumplir sus expectativas. El Ministerio de Medio Ambiente, y Rural y Marino contempla la nueva depuradora de Soria como prioritaria en su Plan Nacional de Calidad de las Aguas, con horizonte temporal en el año 2015. Así debe ser para el nuevo Gobierno, que debe tener en Soria la voluntad inequívoca de terminar con un problema que afecta a la mitad de la población de la provincia. Para ello nada mejor que impulsar la nueva depuradora en Los Rábanos, hacerlo sin más demoras que las técnicas y siempre con el plazo irrenunciable de hacerla realidad antes de 2015. Lo contrario sería dar la espalda a los intereses de los ciudadanos.