L as perspectivas económicas siguen ensombreciendo el futuro de muchos trabajadores y familias españolas -entre ellas más de una soriana-, pero el Ayuntamiento de Soria sigue alejado de la realidad, como demuestra el borrador de los presupuestos municipales para 2009 en su capítulo de gastos.
De los 14,2 millones de euros destinados al personal, casi un millón de euros -ni más ni menos que 868.000 euros- se prevén para remuneraciones, retribuciones básicas de miembros electos, atención protocolaria, publicidad y otras dietas para el desempeño del cargo, un gasto que sin duda para muchos contribuyentes resultará excesivo a todas luces, más si se contrasta con la realidad de la gestión cotidiana de la cosa pública. Hay que decir bien alto que estamos a favor de establecer compensaciones para el desempeño de los cargos públicos, pero también que en tiempos de crisis como la que estamos no basta con la propuesta congelación de sueldos y dietajes, sino que es necesario un mayor esfuerzo de contención por parte de nuestros ediles, que permitiría destinar el ahorro a mejorar la financiación de proyectos que hacen ciudad como la feria del libro, el alumbrado público, el cementerio municipal o la dotación de juegos infantiles, hoy con partidas, en el borrador de presupuestos, mucho más modestas que lo que se destina a hacer política por la propia corporación capitalina. La sociedad soriana está necesitada de muchas cosas y entre ellas que su clase política quiera -y sepa- servir de ejemplo ante momentos complicados. Medidas hay muchas para apretarse el cinturón.