Cuando la conexión al AVE es una justa reivindicación
EN PLENO SIGLO XXI, si hay alguna infraestructura vinculada al desarrollo económico de una ciudad no es otra que el AVE.
Desde que en 1992 iniciara su andadura por España -con esa primera línea a Sevilla-, el tren de alta velocidad se ha convertido en motor de desarrollo para las ciudades en las que los políticos han decidido que debía parar. Bien lo saben en Ciudad Real, en Segovia o en Valladolid, por poner unos ejemplos. Bien lo quiere saber Soria, que tiene que aspirar con todo derecho a estar conectada, de una vez por todas, a las líneas de alta velocidad ferroviaria. Para ello es imprescindible que el Ministerio de Fomento contemple ya a Soria como parada obligada de nuevos corredores que vertebren la península y que los mismos se incluyan en la revisión del Plan Estratégico de Infraestructuras y del Transporte (PEIT). Somos conscientes que la conexión al AVE no se producirá mañana, pero también que si no se incluye ya en la programación, nunca llegará y será una nueva frustración en la historia del ferrocarril en Soria. Todos los partidos políticos han rubricado este compromiso y ha llegado el momento de cumplir, sin más excusas. Dejó pasar el tren la provincia y sus representantes con la planificación del AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona y más tarde con la lanzadera a Calatayud, que se frustró sin estudiar la viabilidad de la conexión comprometida con Valladolid. Es tiempo ya de aparcar partidismos estúpidos y apostar, todos de la mano, por una infraestructura que ha demostrado que lleva desarrollo económico allá donde tiene parada.