Hemos asístido estos días a un cúmulo de despropósitos y desatinos, protagonizados por algunos de nuestros representantes municipales.
Sin distinción de siglas, ideologías o tendencias, han errado en la defensa de sus planteamientos, alimentando entre los ciudadanos la sensación de sentirse huérfanos de una digna representación. En esta ceremonia de la confusión, nos hemos encontrado con formaciones que llevan casos a la Fiscalia sin detallar el presunto delito cometido, un requisito imprescindible para que cualquier persona e institución sepa articular su defensa. De despropósitos parecidos no se libra el principal partido de la oposición que, si aspira a gobernar algún día, tendrá que poner mucho más de su parte para articular un discurso coherente, evitando defender una cosa y la contraria -contribuciones especiales del polígono de Las Casas- en menos de un año. En este desconcierto político, que perturba y sobre todo desilusiona al contribuyente, ha participado también el propio alcalde, que ha sorprendido a propios y extraños reclamando a Gesturcal que busque alternativas a Valcorba si no le gusta este polígono para trasladar la inversión prevista en Soria II, revalorizando el precio de posibles nuevas ubicaciones. Son sólo unos ejemplos pero podríamos extraer muchos más, a poco que repasásemos la hemeroteca. Todos ellos deben llevar a la reflexión y la autocrítica a los representantes políticos, porque sólo desde el reconocimiento de los errores podrán articular un discurso razonado y coherente en el futuro. Con ello, ganaremos todos.