Cuando en la política se olvida de la crisis
ESPAÑA ES EL PAÍS CON mayor número de políticos con cargos públicos por habitante de toda Europa, según un estudio elaborado en esta legislatura que termina por asesores de la Presidencia del Gobierno.
Las cifras apuntan a que hay 300.000 políticos más que en Alemania y el doble que en Italia o Francia. Los autores del informe señalan que el desajuste en la Administración no se encuentra tanto entre los funcionarios como entre los cargos públicos con remuneración, lo que exigiría adoptar medidas para aligerar su número y el coste económico que suponen para las arcas públicas, financiadas con los impuestos de todos los ciudadanos. Pero lejos de atender los políticos esta demanda generalizada de la sociedad española -y también soriana-, hemos asistido estos días en la provincia, con la constitución de las administraciones locales, a episodios que dicen muy a las claras que los políticos siguen sin entender el mensaje de sus electores. Cada institución, lejos de un acuerdo superior que unifique criterios ajustados a la realidad de la calle, ha seguido haciendo de su capa un sayo. Y lo que es peor, salvo honrosas excepciones, con demanda o subidas de sueldos o gastos de representación, sin importar demasiado los compromisos asumidos en los programas electorales. Estamos de acuerdo con que la vida política debe ser una actividad retribuida pero con unas limitaciones que dictan el sentido común, en un país y en una provincia que no terminan de quitarse la crisis de encima y donde los cargos públicos deben ser los primeros en dar ejemplo y ajustarse el cinturón.