lA VIVIENDA SIGUE HIPOTECANDO, en el mejor de los casos, el futuro de generaciones de ciudadanos, y siendo inalcanzable su disfrute para otros, a pesar de los compromisos de los diferentes partidos políticos.
En el caso de la capital, donde los precios de la vivienda del mercado libre son también prohibitivos para un buen número de ciudadanos, el Ayuntamiento capitalino sigue retrasando la constitución de la Oficina Municipal de la Vivienda, un organismo que debería servir para intervenir en el mercado de la vivienda y facilitar el acceso a la misma de los colectivos más desfavorecidos. Por si fuera poco esta apatía, el alcalde de la ciudad aseguraba esta semana que no hay disposición económica para poner en marcha las viviendas de alquiler para jóvenes en la calle Betetas, un proyecto lanzado en la pasada legislatura y que no ha tenido la continuidad que se merecía. La corporación capitalina ha demostrado poco compromiso con los jóvenes, al condicionar la financiación de esta promoción de viviendas a la venta de aprovechamientos urbanísticos. Todo indica que los trece posibles beneficiarios de estas viviendas tendrán que esperar a la siguiente legislatura, mientras siguen sin respuestas los compromisos electorales de remodelar las viviendas del Instituto Castilla, la casa de los Maestros y la de los Camineros para conseguir una bolsa inicial de viviendas para jóvenes y mayores. El equipo socialista de Gobierno, ya a mitad de legislatura, sólo ha culminado el proceso de la promoción de Los Pajaritos. Un balance, ciertamente, poco positivo, muy alejado de los compromisos.