Crisis y medidas para ahorrar en el gasto público
LA DELEGACIÓN DEL GOBIERNO en Castilla y León ha puesto en marcha este año una serie de medidas para reducir el gasto corriente, unas medidas que merecen la pena ser tomadas en cuenta por todas las administraciones y no sólo ahora que estamos en crisis.
Los ciudadanos están cansados de escuchar y comprobar que el gasto corriente se dispara, en ocasiones por conceptos que no tienen mucha justificación. Las administraciones públicas deben ser especialmente cuidadosas con el destino de los fondos que, como sabrán, no son suyos sino de todos los contribuyentes. Pero no sólo en el funcionamiento administrativo diario hay que dar ejemplo; también, hay que hacerlo en el ejercicio político en cada una de las administraciones, porque servir de ejemplo a sus administrados va en el sueldo. En el caso del Ayuntamiento capitalino, hay que exigir, en primer lugar, que se acabe con esta letanía de recriminaciones de gastos que buscan dañar la imagen pública de quien gobierna. Nada mejor para ello que dar cuentas públicamente de lo que, por resolución de alcaldía, se gastó antes y se gasta ahora, para que los ciudadanos puedan valorar si algo ha cambiado en la corporación capitalina. Y, también, es menester poner freno a la convocatoria de comisiones con poco contenido y plenos con escasa sustancia, que lo único que hacen es engordar el bolsillo de los concejales. El dinero público hay que administrarlo mucho mejor que el propio. Es una regla que deberían tener aprendida ya todos los responsables políticos y, sobre todo, aplicarla cada uno de los días del año.