La diputación provincial decidía esta semana sumarse a la declaración de la ruta celtibérica como itinerario cultural europeo, un proyecto de futuro que pretende revitalizar económicamente la antigua Celtiberia a través del turismo cultural.
La iniciativa, que está dando sus primeros pasos de la mano del Centro de Estudios Celtibéricos, necesita de compromiso cierto de otras administraciones y colectivos para concretar actuaciones y cimentar esta candidatura, como ya lo ha hecho el propio Ministerio de Cultura. Conseguir esta declaración puede ser, sin duda, un espaldarazo para su futuro, una marca que puede seguir la estela de rutas tan conocidas como el Camino de Santiago. El territorio actual de lo que fue la Celtiberia -40.000 kilómetros cuadrados que se extienden por las comunidades de Aragón, Castilla-La Mancha, La Rioja y Castilla y León- se caracteriza hoy por la despoblación y la ruralidad. Apenas 248.000 habitantes distribuidos en 757 poblaciones del Interior peninsular convierten a este proyecto en un recurso económico al que no se puede renunciar. El conocimiento del patrimonio es cada día más demandado por el sector turístico. Una buena coordinación de los recursos y actividades, una puesta a punto de los mismos, pueden contribuir al desarrollo rural de los territorios de la antigua Celtiberia. Hay trabajo por delante para conseguir relacionar todos los yacimientos, centros de interpretación y museos, donde Soria, como no puede ser de otra forma, tiene mucho que aportar y tiene también camino andado. Toca ahora coordinar esfuerzos y voluntades.