Llega el horario de invierno
Como cada invierno desde 1981, el último domingo del mes de octubre dirá adiós al horario de verano y las 3:00 horas de la madrugada pasarán a ser las 2:00 en la España peninsular.
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En Canarias el ajuste de los relojes se realiza a las 2.00, cuando pasará a ser la 1.00.
Un cambio de hora que en esta ocasión coincide con el 30 de octubre.
Aunque pueda ser molesto, el cambio al horario de invierno de este domingo es el menos perjudicial de los dos anuales que hacen los europeos.
Mientras que el de marzo -hacia el horario de verano- adelanta el reloj y supone dormir una hora menos esa noche, el de octubre vuelve a ajustar el reloj biológico al ambiental de la luz natural.
Así, mover las manecillas hacia atrás facilita tener más horas de descanso y un despertar más natural que coincide con el amanecer, lo que promueve un ritmo biológico más estable.
Al acercarse el horario de invierno, se aproxima con él la polémica y el debate: la alteración del ritmo biológico que provoca cambiar la hora dos veces al año no es bien acogida por sus posibles efectos sobre la salud.
La idea, que se hizo oficial en el conjunto de la UE hace 21 años y con el objetivo de promover el ahorro energético no convence a todos los expertos.
Es más, el debate sobre si deben seguir manteniéndose estos cambios se ha llevado incluso a consulta pública en la Comisión Europea.
En 2018, se planteó la propuesta de eliminarlos y se inició un proceso para que, en caso de que los países miembros estuviesen de acuerdo, suprimirlos en 2019.
Sin embargo, los entonces veintiocho consideraron que la iniciativa era prematura y se aplazó la decisión.
Por aquel entonces, la Comisión Europea consultó a los ciudadanos sobre su opinión respecto al cambio horario y las respuestas mostraron que el 84 por ciento de los europeos no quiere continuar con la práctica de alterar la hora dos veces al año. Una cifra que, en el caso de España, aumenta hasta el 95 por ciento.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el paso mes de marzo la fecha de los cambios de hora que se producirán hasta 2026, por lo que, como mínimo, España seguirá atrasando y adelantando el reloj durante los próximos cuatro años.