El uso combinado de AstraZeneca y Pfizer es seguro
El uso combinado de las vacunas de AstraZeneca y Pfizer contra el SARS-CoV-2 es altamente inmunogénico.
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El estudio CombivacS es el primero a escala mundial que ofrece datos sobre la inmunogenicidad derivada del uso combinado de dos vacunas distintas; se trata de un ensayo clínico fase 2, aleatorizado con proporción 2:1, multicéntrico y adaptativo, en el que se ha analizado la administración de la vacuna Comirnaty contra el coronavirus SARS-CoV-2 (BioNtech/Pfizer) en personas menores de 60 años que ya habían recibido una primera y única dosis de Vaxzevria (AstraZéneca); las personas participantes debían estar como mínimo en la octava semana post-primera dosis.
Los primeros resultados señalan que esta pauta de vacunación heteróloga es altamente inmunogénica y no presenta problemas de reactogenicidad postvacunación diferentes a los ya comunicados en el uso homólogo (en solitario) de esas mismas vacunas; es decir, la respuesta del sistema inmunitario se potencia mucho tras la segunda dosis de la vacuna Comirnaty, mientras que los efectos adversos observados entran dentro de lo esperado, son de carácter leve o moderado y se restringen mayoritariamente a los primeros 2-3 días después de recibir la vacuna.
En ningún caso se ha comunicado un ingreso hospitalario secundario al uso de esta pauta de vacunación dentro de este ensayo clínico.
La primera persona participante en el ensayo recibió la dosis de refuerzo de Comirnaty el pasado sábado 17 de abril en el Hospital Universitario de Cruces en Bilbao; en los siguientes 6 días un total de 673 personas entraron a formar parte del estudio.
Tras la aleatorización, el grupo que recibió la segunda dosis de la vacuna quedó configurado por 441 participantes, mientras que el grupo control (que no ha recibido segunda dosis por el momento) lo formaron 232 personas.
La media de edad en ambos grupos fue de 44 años y la proporción de mujeres fue del 56% sobre el total de la muestra incluida; el esquema de estratificación del ensayo ha permitido evitar sesgos de selección en género, edad y centro de participación.
Datos de inmunogenicidad y reactogenicidad
El incremento en los niveles de anticuerpos y anticuerpos neutralizantes se analizó en un total de 663 personas, empleando tres técnicas diferentes.
En todos los casos se demostró que el uso de una pauta heteróloga potenció la respuesta inmunitaria: los títulos de anticuerpos se multiplicaron por 150 veces a los 14 días de haber administrado la dosis de refuerzo heteróloga, un efecto que ya fue muy evidente a los 7 días, con un incremento multiplicó por 123 los títulos iniciales.
Adicionalmente se comprobó la eficacia de los anticuerpos generados por la vacunación heteróloga mediante test funcionales, lo que permitió demostrar que los anticuerpos producidos eran eficaces para proteger frente a SARS-CoV-2. En los próximos días estarán disponibles los estudios de inmunidad celular.
La segunda de las técnicas, que determina niveles de anticuerpos basados en la proteína trimérica del virus, confirmó este efecto inmunogénico: las personas del grupo experimental presentaron unos niveles de anticuerpos antes del tratamiento de 82 unidades, que a los 14 días alcanzaron una mediana de 3.430 unidades. Este incremento, de nuevo, ya era evidente a los 7 días; el grupo control se mantuvo en cifras similares a las identificadas al inicio del ensayo.
La tercera de las técnicas empleadas exploró la eficacia de los anticuerpos producidos.
La capacidad funcional de los anticuerpos inducidos por la segunda dosis de Comirnaty fue valorado en un ensayo de neutralización con pseudovirus portadores de proteína Spike del SARS-CoV-2.
En este ensayo el suero del paciente se incuba con el virus y se analiza su capacidad para bloquear la infección de células en cultivo; cuanto mayor es la capacidad neutralizante, bloqueante y antiviral del suero, mayor es su 'título', que se define como la dilución del suero del paciente que bloquea el 50% de la infección. Esta técnica mostró un incremento en los títulos de anticuerpos neutralizantes de más de 7 veces tras la administración de la dosis de Cominarty, siendo dicho incremento incluso superior al descrito con otras pautas homólogas de vacunación.
Los efectos secundarios en los primeros siete días post-vacunación (reactogenicidad) se analizaron en función de la gravedad percibida por las personas participantes (tuvieron que rellenar un diario electrónico para su seguimiento) y por el equipo médico responsable de cada centro participante.
De forma resumida, ningún efecto secundario provocó atención médica extra ni hospitalización en ningún caso. Todos los eventos adversos que fueron percibidos como graves por parte de los participantes fueron explorados en tiempo real por los médicos del centro participante, y en ningún caso se confirmó esa gravedad percibida.
En cualquier caso, los efectos secundarios locales leves fueron frecuentes y estuvieron relacionados con el disconfort en el área de la inyección.
Los efectos secundarios sistémicos más comunes fueron dolor de cabeza (44% del total de casos), malestar general (41%), escalofríos (25%), náuseas leves (11%), tos leve (7%) y fiebre (2,5%). En todos los casos los efectos secundarios son similares a los detectados con los esquemas de vacunación homólogos en los que se han empleado estos mismos principios activos.