Felipe González apela regreso a la España unitaria
El expresidente del Gobierno, Felipe González, ha señalado en un coloquio que la Constitución española ha propiciado con su modelo descentralizador la aparición de partidos provinciales con una "pulsión destructiva" que daña la "unidad de todos" y como reacción ha surgido una "pasión recentralizadora" de "capitanes generales".
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Durante un coloquio organizado el pasado viernes por "España Juntos Sumamos" junto con el Ateneo de Madrid, González ha criticado que "algunos" han utilizado ese modelo como una oportunidad política en perjuicio de la mayoría.
"La descentralización que emana de ese pacto alguno la ha interpretado como la centrifugación del poder, con sus manifestaciones más ásperas en contra la unidad de todos", ha apuntado.
González lo ha descrito como una "centrifugación del poder" y ha señalado que en oposición a este fenómeno ha surgido un discurso "en dirección contraria" a favor de una "pasión recentralizadora", un movimiento de reacción que busca una España de "capitanes generales".
"Acabemos con esta broma, volvamos a la España unitaria", ha reclamado el expresidente en el coloquio 'Fue posible el pacto', dentro del ciclo 'La Caña del Ateneo de Mahou', junto a los ponentes de la Constitución Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.
González ha manifestado su apoyo a una reforma de la Constitución, pero ha considerado que debería cuidarse con mimo para que no se ataquen mecanismos de defensa como el artículo 155, según ha señalado en alusión a Cataluña.
"Si sólo tienes un mecanismo como el 155" para responder a una crisis como la declaración unilateral de independencia, "basta con demonizarlo para quedarse sin ningún mecanismo de actuación".
Una reforma de la Carta Magna, a juicio del exdirigente socialista, requiere, por un lado, un "pacto de convivencia" social y, por otro, la lealtad institucional en el cumplimiento de la ley.
En su intervención, González ha reconocido que "hay cosas" posibles que modificar en la Carta Magna, aunque ha matizado que los fallos en el funcionamiento del Estado se deben a una "mala interpretación" del texto constitucional marcada por la "deslealtad".
"No solo hay que creerse la lealtad, hay que tener instrumentos para exigirla", ha defendido González, ya que la Constitución "sólo funciona cuando hay lealtad" y se premia el "esfuerzo de entenderse".
Al expresidente con el mandato más largo de la democracia (1982-1996) le preocupa el "sentimiento de demolición" contra el "régimen del 78" que hizo posible la Transición: "Tratábamos de ordenar la convivencia entre los españoles, si bien no solo había diversidad de sentimientos, sino además pluralismo político".
Tras la dictadura, ha recordado González, había una voluntad "previa" de consenso pese a las contradicciones entre los distintos actores políticos, que sin embargo unieron fuerzas para lograr una "necesitad histórica" que nada tenía que ver, ha añadido, con la "historia de enfrentamiento" heredada de la guerra civil española.