Marta Pérez confiesa su satisfacción por la victoria en Valencia

Fotos: Sportmedia.es

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Este fin de semana se ha disputado el Campeonato de España de Pista Cubierta. A la mayoría sé que no os cuento nada nuevo. Muchos lo seguiríais con interés, por afición a este deporte. Otros más bien me seguiríais a mí por interés personal. Aunque voy haciendo mis pinitos en esto de engancharos al atletismo; domingo 10.35 de la mañana, de resaca y desde los carnavales de Cádiz es un éxito que vierais aunque fuera media jornada.

Este fin de semana he sido por primera vez Campeona de España de 1500 en pista cubierta. Y lo he disfrutado, como cuando tienes en tus manos uno de esos juegos de ingenio y te falta solamente el último paso por resolver. Seria, concentrada y sabiendo que podía competir bien. Y ojo que eso no es sinónimo de cruzar la línea de meta primera.

Disfruté de la rutina previa a la competición, de mi soledad durante el calentamiento, de compartir cámara de llamadas con “las mismas de siempre” y con caras nuevas y jóvenes, de las entrevistas, de las fotos, de la gente. De la lucha en la pista, de verme capaz de trasladar a la pista lo planeado sobre el papel y de ganar. Por supuesto que disfruté de ganar.

Hoy, lunes, disfruto sabiendo que por primera vez mi temporada de pista cubierta no ha terminado con este campeonato. Lo demás ya se ha diluido; me queda una medalla, un dorsal pegado en el armario y la reconciliación con la paella valenciana y sus judías. 
Aunque puede que si vuelvo a ver el vídeo de la carrera aún me salga una sonrisilla.

Marta Pérez, atleta