"Rehabitare" recupera 185 viviendas para alquiler social
El programa 'Rehabitare' ha permitido que se incorporen al parque público de alquiler social promovida por la Junta un total de 185 viviendas en 166 pequeños municipios de Castilla y León, que se destinan a personas y familias en situaciones económicas y sociales difíciles.
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El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, señala que con este programa no solo se facilita vivienda a quien la necesita a precios razonables, sino que también se fomenta la “fijación de población en el medio rural” y el “asentamiento de población que viene de fuera”, además de promover “actividad económica en estos pueblos” en el proceso de rehabilitación de viviendas a través de empresas locales y la consiguiente creación de empleo.
El programa Rehabitare –uno de los proyectos protagonistas en la actual legislatura del Gobierno de la Junta- consiste en la cesión a la Junta por parte de los ayuntamientos de las viviendas en desuso de su propiedad a fin de que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente las rehabilite para ofrecerlas posteriormente en régimen de alquiler social, pasando a formar parte del parque público de alquiler.
Una vez rehabilitadas son los respectivos ayuntamientos quienes ofrecen las viviendas en régimen de alquiler social a las familias, con preferencia a aquellos colectivos de especial protección que figuran en la ley del Derecho a la Vivienda de Castilla y León; igualmente son los ayuntamientos quienes determinen el precio del alquiler, que no podrá exceder de la tercera parte de los ingresos de los inquilinos.
Además del programa Rehabitare, el parque público de alquiler social se nutre también de las aportaciones de los Obispados que, al igual que los ayuntamientos, están cediendo sus casas rectorales disponibles en el medio rural.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha firmado convenios de colaboración con los Obispados de Ávila, Burgos, León, Astorga, Palencia, Ciudad Rodrigo y Segovia.
En ambos casos, se trata de viviendas ubicadas en los cascos urbanos, lo que permite contar con todo tipo de servicios, optimizando así las infraestructuras existentes, evitando el deterioro del patrimonio municipal y eclesiástico y mejorando la estética urbana.