Nueva campaña de control de mascarillas
La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha un nuevo programa de vigilancia de mercado de mascarillas tipo EPI con el fin de garantizar que las mascarillas FFP2 y FFP3 que se están comercializando en Castilla y León cumplen con la normativa.
Ganadores de los premios "Iniciativa Campus Emprendedor"
Mañueco subraya apuesta por industria agroalimentaria
Con esta campaña, además de velar por la eficacia de las mascarillas FFP2 y FFP3 frente al COVID-19, se pretende concienciar a los fabricantes e importadores de la importancia de una correcta evaluación de las propiedades de los productos que fabrican o importan.
Para desarrollar esta campaña se van a adquirir de forma anónima en establecimientos de venta al público siete modelos de mascarillas FFP2 y/o FFP3 que serán sometidas posteriormente a ensayo de filtración para comprobar la eficacia de las mismas.
Estos ensayos se realizarán en el laboratorio de equipos de protección respiratoria ubicado en el Centro Nacional de Medios de Protección del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Concretamente se comprobará si las mascarillas cumplen con el nivel de filtración adecuado y que según las disposiciones de aplicación, se sitúa en un nivel mínimo de filtración de partículas del 96 por ciento en el caso de las FFP2 y del 99 por ciento en las FFP3.
Por otra parte, se comprobará si las mascarillas cuentan con el etiquetado correcto.
En este sentido, deben estar marcadas con el símbolo CE seguido de cuatro dígitos que identifican al organismo notificado que ha realizado la evaluación de su conformidad; así mismo, deben contener información sobre su reutilización a través de las siglas R, si es reutilizable, o NR, sino lo es; también debe figurar la marca, el modelo y la norma que se declara cumplir, que en la gran mayoría de los casos es la EN149.
La campaña de vigilancia se ejecuta como continuidad de la realizada el pasado año 2020 en la que se inspeccionaron los marcados y documentación de mascarillas tipo EPI detectándose un elevado grado de incumplimiento ya que de los 43 modelos de mascarillas inspeccionadas, 37 resultaron ser no conformes con el cumplimiento de la normativa.