El envejecimiento alcanza máximo histórico en Castilla y León
Castilla y León ocupa el tercer lugar en el ranking de envejecimiento en España, con una tasa del 217,1 por ciento, o en otras palabras, se contabilizan 217 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
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En el año 2023 las cifras de envejecimiento en nuestro país han vuelto a sorprender al alza.
Según los recientes datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, el pasado año se registró un nuevo máximo histórico de envejecimiento en España, del 137,3 por ciento o, lo que es lo mismo, ya se contabilizan 137 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 (en 2022 la cifra alcanzó el 133,6%).
COMUNIDAD AUTÓNOMA | Índice envejecimiento año 2023 (%) | Índice envejecimiento año 2022 (%) |
Asturias, Principado de | 249,23 | 242,2 |
Galicia | 218,09 | 213,7 |
Castilla y León | 217,18 | 212,8 |
Cantabria | 178,54 | 172 |
País Vasco | 169,80 | 165,1 |
Extremadura | 158,13 | 153,2 |
Aragón | 154,28 | 151,8 |
La Rioja | 147,49 | 143,8 |
Canarias | 135,98 | 129,5 |
Comunidad Valenciana | 135,10 | 133 |
Navarra | 129,90 | 126,8 |
Cataluña | 126,98 | 124 |
Castilla-La Mancha | 126,90 | 123,6 |
Comunidad de Madrid | 121,65 | 118,3 |
Andalucía | 116,87 | 112,2 |
Baleares | 109,62 | 106,4 |
Murcia | 94,35 | 91,5 |
Ceuta | 64,81 | 61,3 |
Melilla | 52,02 | 48,3 |
Total Nacional | 137,33 | 133,6 |
Fuente: Elaboración propia a partir datos INE
Contrasta la cifra actual (217,1%) con la de principios del milenio, cuando Castilla y León registraba una tasa de envejecimiento del 154,7%.
Tras un cierto estancamiento entre 2002 y 2012, el porcentaje no para de crecer y registra un incremento de más de 37,8 puntos porcentuales durante la última década.
Y si nos remontamos más atrás en el tiempo, cabe señalar que Castilla y León es una región envejecida desde 1992, cuando su índice de envejecimiento superó por primera vez el 100%, lo que denota una mayor proporción de personas mayores.
Todas las provincias de Castilla y León superan la media nacional del índice de envejecimiento.
De hecho, Zamora es la provincia española con el índice más alto: 326,8%. Otras cuatro provincias de esta comunidad superan la cifra de 200%: León (261%), Salamanca (234%), Palencia (231%) y Ávila (214%).
Por el contrario, se sitúan por debajo de esta barrera Soria (197%), Burgos (189%), Valladolid (183%) y Segovia (172%).
PROVINCIA | ÍNDICE ENVEJECIMIENTO |
Zamora | 326,85 |
León | 261,08 |
Salamanca | 234,43 |
Palencia | 231,72 |
Ávila | 214,75 |
Soria | 197,68 |
Burgos | 189,47 |
Valladolid | 183,13 |
Segovia | 172,7 |
Talento sénior y otras claves
En este contexto de envejecimiento sin precedentes, la Fundación Adecco ha reivindicado el talento sénior (población activa mayor de 50 años) como vector estratégico de competitividad, siendo su discriminación un absoluto contrasentido.
“Algunas medidas como la elevación de la edad de jubilación buscan adaptarse a la realidad demográfica y preservar los sistemas de bienestar social. Sin embargo, la exclusión laboral por edad -que lamentablemente aún sigue produciéndose- contradice estos esfuerzos, limitando la contribución de una fuerza laboral creciente y que ya supone el 34 por ciento de la población activa”- ha destacado Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
Por otra parte, el directivo ha señalado que “en este escenario de envejecimiento desbocado, la sostenibilidad del Estado del Bienestar va a depender de nuestra capacidad para generar empleo de calidad que lleve las cifras de afiliación a su máximo nivel. Es fundamental ensanchar la base de cotizantes, estimulando la participación laboral de las personas tradicionalmente inactivas (con discapacidad, mujeres sénior, población rural, etc), así como realizar una adecuada gestión de la migración para convertirla en una ventaja competitiva, dada su capacidad para llenar el vacío de una población activa nativa decreciente, y teniendo en cuenta su potencial para mejorar nuestra posición competitiva global”.
Cinco razones por las que apostar por el talento sénior
Algunas razones de peso para que la Administración Pública, las empresas y la sociedad pongan en valor a la fuerza laboral más veterana se concretan en las siguientes:
- Empresas más competitivas en el contexto “silver economy”. No solo los empleados: todos los grupos de interés tienen una media de edad cada vez mayor: accionistas, consumidores, clientes, comunidad local, etc. Si las empresas se liberan de etiquetas, prejuicios y estereotipos anacrónicos asociados a la edad (por ejemplo obsolescencia habilidades o menor energía y dinamismo), se desenvolverán mucho mejor en un mercado dominado por “los silvers”, obteniendo una oportunidad de crecimiento económico y, en definitiva, una ventaja competitiva. “Incorporar a personas mayores de 50 años a los equipos de trabajo nos ayuda a conectar mejor con las generaciones más veteranas y a entender mejor sus demandas y expectativas”- explica Mesonero.
- Talento vinculado a la riqueza experiencial y cognitiva de las personas sénior. No es la edad en sí misma, sino el bagaje de experiencias que habitualmente atesoran las personas mayores de 50 años, y que les refuerza en valores como la madurez, el pensamiento crítico, la resolución de problemas o las habilidades de comunicación, convirtiéndose en una fuerza laboral de gran valor.
- Justicia social. Las personas sénior han desempeñado un papel clave en el desarrollo de nuestra historia reciente, contribuyendo al desarrollo de las sociedades en periodos de expansión, recesión, cambios demográficos o revolución tecnológica. A menudo, están en desempleo por causas ajenas a su voluntad y no es de recibo darles la espalda, ahora que ellos necesitan trabajar.
- Competitividad y sostenibilidad. Como ya se ha señalado, la población activa mayor de 50 años ya alcanza el 34% (hace una década eran el 25%) y, en un escenario de envejecimiento imparable, su proporción seguirá incrementándose en las próximas décadas. Es evidente que renunciar a una fuerza laboral creciente y dominante va en detrimento de la competitividad y la sostenibilidad de las empresas y del país en su conjunto.
- Envejecimiento activo y saludable. La apuesta por el talento sénior no ha de entenderse únicamente como un asunto económico, sino como un factor crítico para promover un envejecimiento saludable y activo, teniendo en cuenta que el desempleo, especialmente cuando se prolonga en el tiempo, es uno de los grandes disparadores de problemas de salud mental (depresión, estrés, etc.) cada vez más frecuentes entre los desempleados mayores de 50 años, que pueden ver mermado su sentimiento de identidad y propósito, además de desarrollar importantes preocupaciones financieras, a medida que se acercan a la edad de jubilación. De hecho, según el último informe #TuEdadEsUnTesoro, de la Fundación Adecco, el 45% de las personas desempleadas mayores de 55 años cree que no encontrará trabajo y que pasará, directamente, del desempleo a la jubilación. Lo que más les preocupa es no poder acumular las cotizaciones necesarias para alcanzar una pensión adecuada (63%), además de la ausencia de ingresos para cubrir gastos básicos inmediatos (92%). Autoestima (52%), salud mental (45%) y la necesidad de ayudar a familiares económicamente dependientes (25%) son otras de las principales inquietudes de las personas mayores de 55 años en situación de desempleo. https://fundacionadecco.org/informes-y-estudios/informe-tu-edad-es-un-tesoro/