"Franco y los masones sorianos"
"Franco y los masones sorianos" es el último libro de Antonio Hernández García, en el que profundiza, con nombres y apellidos, en este movimiento y sus protagonistas en la provincia.
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El dictador Francisco Franco utilizó el nombre de Jakim Boor en numerosos artículos del diario "Arriba" para denunciar el llamado contubernio de la masonería y comunistas, que se convirtieron en su auténtica obsesión.
Hernández disecciona en un libro de 186 páginas, publicado este año, esta institución filosófica, filantrópica progresista a nivel internacional cuyo objetivo era estimular el perfeccionamiento moral e intelectual de hombres y pueblos buscando obtener la fraternidad universal.
El autor apunta los nombres simbólicos que adoptaron los masones sorianos, desde Juliano hasta Numancia, pasando por Dante y Espartaco, y recorre las sentencia del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, a personalidades sorianas, como el periodista y político republicano Benito Artigas, los industriales Ángel Crecientes Muñoz y Nicolás Zalabardo Zalabardo, el representante Antonio Cacho Zabalza, el médico Juan Anronio Gaya Tovar.
Hernández también recoge la carta constituyente de la Logia Hijo0s de Numancia, fechada el 30 de abril de 1882 y sus afiliados a 31 de diciembre de 1883, así como su correspondencia con otras logias y las actualizaciones en el grado y cargo de los masones de la logia, incluidos los de la Logia Minerva, de Almazán y biografías de masones, como Manuel Ruiz Zorrilla, que fue ministro de Fomento. De Gracia y Justicia, presidente de las Cortes y jefe de gobierno por dos veces.
El libro incluye la legislación en torno a la masonería.
En la elaboración de este trabajo, Hernández ha contado con la colaboración del historiador Aurelio García López, la escritora Isabel Goig Soler y el pintor Luis Alberto Romero.