Valdeavellano de Tera celebra décima edición de jornada de la Mantequilla de Soria
Valdeavellano de Tera celebrará el próximo 10 de agosto la décima edición de su jornada de la Mantequilla de Soria, con un programa que resaltará el valor de un producto artesanal que ha marcado El Valle.
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Talleres, exhibiciones, premios, danzas y música servirán esta jornada para recordar este importante producto que ha dado reconocimiento y trabajo a la conocida como “Suiza soriana”.
La jornada se abrirá a las 11:30 horas con la apertura del mercado tradicional. Media hora después se podrá asistir a un taller de cocina impartido por Cristina Aldavero, sobre “Mantequilla aromatizada”.
A las 13:00 horas, según el programa oficial, se inaugurará la jornada.
A las 13:30 horas, será el momento de presenciar el manzado tradicional, la forma de elaborar de forma artesanal la mantequilla.
Por la tarde, habrá un nuevo taller de salsas y repostería salada con mantequilla, impartido por Julián Mateo, y una demostración de ordeño de vaca y otra de manzado.
A las ocho de la tarde se enregará el “Manzadero 2025” por la defensa de las tradiciones, y acto seguido actuarán los Danzantes de Valdeavellano de Tera, y se clausurará la jornada con el concierto del grupo soriano Monipolio.
Un poco de historia
La Mantequilla de Soria nació en el Valle del Razón, que siempre se caracterizó por sus abundantes pastos y, antaño, por su importante cabaña de vacuno de leche.
Como consecuencia de la industrialización y otros factores económicos la producción artesanal de la mantequilla en el Valle prácticamente desapareció y ha quedado hoy reducida a estas demostraciones donde se enseña todo lo que hay en torno a este producto.
Las referencias históricas indican que la mantequilla se producía en el Valle del Razón desde siglos atrás, de una forma totalmente artesanal.
La nata se obtenía mediante el reposo de la leche, y se batía en un recipiente de madera llamado “manzadero” utilizando un palo que en su extremo tenía un corcho circular con varios agujeros.
Una vez extraída la manteca, se le daba forma de rulo y se decoraba con un dibujo, un sello único que identificaba la casa de ganaderos en la que se había producido.
Los mantequeros recogían el producto casa por casa y lo llevaban a la capital para su comercialización, o para elaborar la llamada mantequilla dulce en las confiterías de la ciudad.
Desde 2004, la Mantequilla de Soria cuenta con una Denominación de Origen Protegida