La obesidad

El incremento de la obesidad forma parte de la vida actual

La comida rápida o el sistema de alimentación actual han incrementado la ingestión de grasas en detrimento de legumbres, cereales y verduras. Tenemos exceso de alcohol, y por si fuera poco, el sedentarismo se ha instalado en nuestras vidas.

Los especialistas sostienen que el tratamiento de la obesidad debe sustentarse en cuatro pilares: alimentación con menos calorías de las que se gastan y con menos grasa; ejercicio físico; soporte o ayuda psicológica y, en los casos en que está indicado, tratamiento farmacológico.

Tenemos que asumir la idea de que la obesidad es una enfermedad crónica que no tiene solución pero sí tratamiento.

Las perdidas moderadas, pero mantenidas a largo plazo, son las que reportan más beneficio. No se trata de perder kilos, sino masa grasa, con pérdidas pequeñas pero duraderas.

La simple reducción de grasas, aunque se ingieran las mismas calorías, ya proporciona un adelgazamiento lento, pero de manera continuada.

Nuestros hijos comen mal. Beben poca agua y abusan de bebidas azucaradas, golosinas y duces. Consumen pocas verduras, cereales y frutas; y sin embargo, se abusa de grasas saturadas de origen animal. Además, es preocupante que el 8% de los niños españoles acudan al colegio sin haber desayunado, cuando se ha demostrado que la obesidad es superior en aquellas personas que toman un desayuno escaso o lo omiten. El problema más grave es que si no lo remediamos, nuestros hijos van a presentar enfermedades de adulto a edades muy tempranas y su riesgo cardiovascular o de diabetes va a ser serio a partir de los treinta años.

Nuestros hábitos alimenticios se adquieren en la infancia, por lo que es importante comenzar a transmitir esos hábitos a nuestros hijos desde la edad más temprana. Comer sano, variado y equilibrado o tiene por qué ser sinónimo de aburrimiento, alimentos sin sabor y poco atractivos.

Para desayunar, los mejores endocrinos nos recomiendan la leche semidesnatada y cereales o una tostada con aceite de oliva virgen extra.

A media mañana, para paliar el hambre, una pieza de fruta; y en la comida, aconsejan legumbres dos o tres veces por semana, pasta una o dos veces, patatas una vez por semana o arroz una vez por semana. Carne de ave (sin piel<9 o pescado, dos o tres veces por semana. Huevo máximo dos veces por semana y debemos evitar los rebozados y los fritos. De postre, una o dos piezas de fruta. Para merendar, lo mejor es consumir yogur, fruta o un pequeño bocadillo de ave.

Por último, para terminar e día, recomiendan cenar ensalada o algo muy ligero a la plancha.

Además, debemos restringir los alimentos como el chocolate y el cacao, las grasas animales, como mantequilla, quesos, embutidos, fritos, margarina, mayonesa... Y utilizar aceite de oliva en pequeñas cantidades.

BENEFICIOS DE PERDER PESO

Una pérdida de peso se traduce automáticamente en múltiples beneficios para nuestra figura y para nuestra salud.

Se reduce en más de un veinte por ciento la mortalidad total, se reduce en 10mm la presión sistólica (la alta), se reduce en 20mm la diastólica (la baja), disminuye hasta la mitad el nivel de glucosa y se reduce el colesterol hasta un diez por ciento y los triglicéridos se reducen en un treinta por ciento.

Para preparar las comidas se recomienda usar métodos que precisen menor cantidad de grasa: hervidos, asados, plancha y parrilla.

Se deben evitar las carnes procesadas con mucha grasa y aumentar considerablemente el consumo de alimentos de origen vegetal. Además, se debe evitar alimentos preparados industriales, a no ser que se sepa con seguridad que en su elaboración se emplearon aceites recomendables.

LA NICOTINA

Los fumadores, por efecto de la nicotina, suelen pesar unos tres kilos menos de los que le corresponderían. Se sabe que la nicotina activa unas determinadas neuronas del hipocampo y ésta es la razón por la que los ratones estimulados con nicotina comen menos. Pero éste no es un buen sistema para adelgazar ya que los perjuicios de la nicotina son mucho mayores. El fumador engorda cuando deja de fumar no sólo porque no tiene nicotina, sino porque su gasto metabólico es menor (sus pulsaciones bajan de 90 cuando fuma a unas 60 cuando abandona el tabaco. Y, además, al suprimir el cigarrillo, come más. La manera de controlarlo es mantener la mente ocupada con actividades que nos distraigan de este hábito tan nocivo. El deporte es la mejor opción.

53%  de la población española tiene sobrepeso

El 53% de la población española tiene sobrepeso y es algo que forma parte de la vida moderna. Además de factores genéticos y orgánicos, influyen factores socioeconómicos y psicológicos. Si no eres capaz de controlar lo que comes pide ayuda.