AGÉS
AAdrián y Paula les ha sorprendido siempre, en sus cortos años de vida, la animación ante las puertas de las cuadrillas, como crece la diversión a medida que avanza la subasta, cuando acompañan a sus padres por el recorrido de las cuadrillas. Sus padres les han explicado que los Agés, palabra que todavía les cuesta pronunciar, es el reparto comunal de la carne del toro. Se lleva la pieza, quien más puje. Siempre ha sido así, aunque antaño, les han contado sus padres, en una Soria con muchos menos vecinos, bastaba con la carne del toro sacrificado. Ahora hay que completar la subasta con otras reses. Hace muchos años, les cuentan sus padres, se corrían los toros atados a una maroma por las calles de cada cuadrilla. Esta tradición fue prohibida en 1908 por el entonces Ministerio de la Gobernación, aunque en 1947 y 1948 hubo dos intentos por recuperarla.