La piel según tu edad

La piel cambia día a día, y cada momento de la vida es marcado con una particular fisiología que deja huellas externas e internas sobre el rostro. El exceso de grasa de los veinte, los primeros signos de envejecimiento que se hacen visibles a partir de los treinta y la pérdida de firmeza que se produce alrededor de los cuarenta, desdibujando los contornos, son sólo algunos de los aspectos visibles.

A los veinte años, la actividad de las glándulas sebáceas todavía no se ha regulado, y en esta década es habitual alternar episodios de exceso de grasa y aparición de inoportunos granitos con otros periodos de deshidratación. Por otro lado, los brillos también son otra de las amenazas más extendidas.

Todo esto no debe confundirnos ya que la piel grasa también se deshidrata. Los cuidados de vanguardia son los que combaten la sobreproducción de sebo y purifican en profundidad mientras mantienen la piel en sus niveles óptimos de hidratación. Activos como el ácido salicílico son imprescindibles para regular el sebo, exfoliar suavemente la piel y mantener a raya las bacterias unificando la tez. Debes buscar productos que eviten la obstrucción de los poros y te aseguren una hidratación de larga duración.

Alrededor de los treinta años, la piel ya sabe lo que quiere y es altamente exigente. Los primeros signos de la edad hacen su aparición en forma de líneas de expresión y, aunque no lo notes, los niveles de colágeno comienzan a descender. Aun así, las máximas preocupaciones, aparte de esquivar la acción de los radicales libres, son las de la uniformidad del rostro, la claridad de la piel y, por supuesto, la guerra contra las manchas y las imperfecciones.

Apúntate a las bb cremas y podrás transformar en pocos segundos la apariencia de tu piel. Borran las imperfecciones, iluminan el rostro y tratan la piel con la misma dedicación que el mejor de los tratamientos cosméticos. Hazte con la tuya.

Llegados los cuarenta años, la perdida de firmeza y de los contornos faciales, a causa del adelgazamiento paulatino de la piel, son los procesos que llegan. Ya no basta con la hidratación ni con las fórmulas antioxidantes que prevengan el daño infringido por los radicales libres. Es momento de actuar.

Las huellas del paso del tiempo son reversibles y la tecnología de vanguardia pone a nuestra disposición principios activos capaces de detener el tiempo en la piel y quitarnos años. El retinol o el ácido hialurónico son algunos de los ingredientes más efectivos a a hora de rellenar las arrugas y potenciar la firmeza de la piel.

Para recuperar y mantener los niveles de colágeno, la exposición de las células cutáneas a la vitamina C incrementa ocho veces la producción de colágeno. Incluye alimentos cítricos en tu dieta y luce una piel firme. La vitamina E protege las células contra el daño de los radicales libres y previene el envejecimiento prematuro.

Exfoliarnos la piel

La exfoliación nos ayuda a eliminar las células muertas de la piel y obtener mayor suavidad y brillo, disimulando marcas o cicatrices. Además, limpia los poros y renueva la luminosidad de la piel. Hazla con azúcar de grano fino para no dañar tu cutis y aplícate después una mascarilla especial para tu tipo de piel.

La idea

Elimina toxina y aumenta las defensas de tu epidermis con una sauna una vez a la semana. De esta forma, tus poros se abrirán y tu cuerpo se limpiará de metales pesados y eliminarás alcohol, nicotina, sodio, ácido sulfúrico... También se pierden minerales, pero se pueden recuperar con una bebida isotónica…