Hidrata tu piel

Existen diferentes tipos de pieles con muy diversas necesidades, aunque en general, los productos cosméticos las suelen diferenciar en cuatro: pieles grasas, pieles mixtas, secas y sensibles. A continuación te ampliamos la información.

En el caso de las pieles grasas es muy importante la textura del producto, siendo más recomendables las emulsiones fluidas o geles hidratantes que en ningún caso deben contener aceites. Deben ser productos oil-free, ya que si no, propiciaríamos la aparición de granos, brillos y grasa. El ácido salicílico es un ingrediente fundamental.

Un tratamiento ideal sería aplicar una hidratante que contenga a la vez activos con acción antioxidante, capaz de estimular la renovación celular del estrato córneo, aportando homogeneidad al relieve cutáneo y protegiendo el colágeno de la dermis. Esto se podría perfeccionar sumando activos que contengan una acción exfoliante débil que facilite aún más la renovación de las células muertas de la epidermis. 

Para las llamadas pieles normales o mixtas, lo más aconsejable es optar por cremas equilibradas en su balance hidrolipídico. Hoy existe el concepto gel-crema. Hay que poner especial atención en las partes más grasas, la zona T (mentón, nariz y frente), donde los poros están dilatados y su textura es más gruesa. Es muy importante insistir en una limpieza profunda dos veces al día y un peeling cosmético específico para pieles mixtas o normales una vez por semana. El objetivo es mantener una hidratación constante de todas las capas de la piel, sin introducir elementos grasos.

Un gran porcentaje de mujeres mayores de 50 años presentan a piel seca. Estas pieles agradecen cremas untuosas. Otro objetivo a esa edad es atajar el descolgamiento cutáneo, y en ese sentido las hidratantes óptimas son las que contienen ácido hialurónico, encargado de reforzar las fibras de colágeno y elastina. Además del ácido hialurónico, el ácido salicílico o el calcio mejoran la textura de la piel y reducen la apariencia de las arrugas. 

El porcentaje de mujeres que sufre algún síntoma de sensibilidad cutánea se acerca a un 70%. Las cremas para este tipo de pieles necesitan componentes hipoalergénicos con efectos calmantes y desensibilizantes. Para las pieles hipersensibles con tendencias a las rojeces y alergias se recomiendan cremas que entre sus componentes se encuentren el bisabobol, la glicerina, el aceite de parafina y la rosa.

Con masaje

Se recomienda aplicar las hidratantes antiedad con un masaje efecto lifting con ligeros toques sobre el rostro, subiendo a lo largo de las diagonales del envejecimiento, de la barbilla a las sienes. Con los dedos plegados sobre la palma de la mano, masajear con movimientos circulares desde la barbilla hasta las orejas, con el dorso de las segundas falanges.

Buena hidratación

Una buena hidratante aportará un nivel óptimo de hidratación de la piel. En la epidermis se desarrolla un fenómeno de difusión pasiva del agua: surge desde las capas más profundas de la epidermis hasta la capa córnea. Una vez en la superficie de la piel, el agua se evapora de forma constante e imperceptible.